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El 23 de diciembre del 2022 bombeó por última vez el acueducto del Chaco y desde ese entonces la obra, que ya costó más de 130 millones de dólares, está inoperante. Tiene problemas técnicos imposibles de reparar sin una nueva licitación, cuya realización es incierta, considerando el momento político.
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Pese a las llamadas e intentos de contactos, hasta la fecha, ningún representante del MOPC o alguien relacionado con la obra respondió o dio retorno a nuestros cuestionamientos, menos aún han demostrado una intención de solución o atisbo de nueva licitación para efectivamente proveer de agua al Chaco Central, como lo anunciaron con toda la estruendosa publicidad estatal.
Portones cerrados, canillas vacías y reservorios de agua secos es el panorama desde hace ocho meses en los casi 500 kilómetros de cañerías, tuberías y acopiadoras de agua del Acueducto Agua para el Chaco. La obra, que prometió una red funcional de distribución del vital líquido y que demoró más de diez años en estar “lista”, presenta graves problemas técnicos en la Fase 1, con roturas en unos 100 km de cañería, reventadas por la propia presión del agua.
Historial deficitario
La construcción del Acueducto para el Chaco comenzó en el año 2012 y debía concluir en un año; pasaron diez años y continúa incompleta. La Fase 1 tuvo varias etapas; la primera consistió en la construcción de la planta de captación y de tratamiento del agua a orillas del río Paraguay en Puerto Casado (Alto Paraguay). También las instalaciones para el impulso del líquido vital potabilizado a reservorios ubicados en Loma Plata, los cuales actualmente están vacíos.
La planta de tratamiento, de toma y aductora de agua cruda, colocación de un tanque reservorio de 5.000 m3 y estación de bombeo principal estuvieron a cargo de la empresa CDD SA, cuyo representante legal es César Daniel Delgado Salinas y tuvo un costo superior a G. 39.595 millones en ese entonces.
Luego se procedió a la colocación de la red de distribución del vital líquido de 203 km, desde Puerto Casado (Alto Paraguay) hasta Loma Plata. Esta parte de la obra fue adjudicada en dos tramos.
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El primer tramo de la colocación de cañería abarca desde la planta de tratamiento hasta el km 101. Fue encargado al Consorcio PS, representado por Óscar Soler. El segundo trayecto se extiende del km 101 al reservorio de Loma Plata. Los trabajos fueron adjudicados al Consorcio ABH Taivo Constructora, representado por Nelson Chávez.
Terminada esta primera parte, las obras pararon siete años por falta de fuente de financiamiento. Cuando los trabajos fueron retomados en el 2019 se realizó un llamado de licitación para la adjudicación de las obras complementarias, divididas en Fase 2 y Fase 3.
Las fases 2 y 3 del proyecto
La Fase 2 corresponde a dos reservorios de 2.500.000 de litros de capacidad ubicados en Loma Plata, desde donde bombea el agua hasta Filadelfia, distrito en el cual están otros dos tanques o reservorios de 2.000.000 de litros de capacidad total y que sirven para distribuir a zonas como Neuland, Lolita, Villa Choferes y otros.
Responsables del Consorcio Chaco (Tocsa y Rovella), adjudicado para las fases 2 y 3 de la construcción del Acueducto para el Chaco, que consiste en la conexión casa por casa a varias comunidades, afirmaron que las obras fueron terminadas y entregadas al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que no funcionan debido a las fallas de la Fase 1.
Aseguraron que, pese a haber finalizado la Fase 3 en abril del 2022, no comenzó a operar porque la red de distribución, que se inicia en la toma de agua de Puerto Casado, constantemente sufre roturas y, como consecuencia, los bombeos del vital líquido deben ser suspendidos. Esta etapa costó unos G. 47.109 millones.
Situación actual
Actualmente, la obra es administrada mediante un convenio por la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap). Funcionarios del ente agregaron que seguir reparando la obra es “tirar dinero”, ya que los remiendos son costosos y solo duran unos pocos días. Llenar los reservorios lleva semanas de bombeo, por eso cuando la obra funciona unos pocos días no se llega a zonas como Neuland o Mariscal Estigarribia, en donde también están vacíos los reservorios.
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Las comunidades que supuestamente deberían estar disfrutando el beneficio están más que nunca acarreando agua, ya que, tras las lluvias estacionarias de inicio de año, las reservas de agua comienzan a mermar, por lo que juntar toda el agua que se pueda en gran parte de los pozos que las comunidades mismas cavan es rutina ineludible principalmente de las mujeres, las cuales operan como gestoras del agua en sus zonas.