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El proyecto Adaptación Basada en Ecosistema (AbE), consistente en trabajos para reducir la vulnerabilidad alimentaria y mitigar los efectos del cambio climático en la región del Chaco paraguayo, permitió que estas familias puedan acceder al sistema de agua corriente.
Los trabajos consistieron en la instalación de cañería y un sistema de distribución basado en paneles solares, logrando así que los colonos reciban en sus hogares el vital líquido, evitando los diarios y largos peregrinajes que debían realizar para acarrear el agua desde el tajamar que se tiene en el lugar.
Hoy, el agua sale en las canillas instaladas en sus viviendas y esto es realmente toda una felicidad para estas personas, atendiendo a la enorme importancia que representa el vital líquido por estos lugares chaqueños.
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Nancy Noguera, pobladora del lugar, dijo que “ahora podremos tener huertas, plantas, de todo un poco, cuando hay agua tenemos esperanza de todo”. Recordó que anteriormente debían pagar G. 100.000 por el acarreo del agua desde el tajamar, “lo que dificultaba poder dedicarnos al cultivo de las verduras”, relato.
El costo del proyecto es de aproximadamente G. 50 millones y proviene del Fondo Internacional de Adaptación (Adaptation Fund), que financia proyectos y programas para ayuda a países en desarrollo a adaptarse a los efectos nocivos del cambio climático.
El proyecto AbE Chaco es una iniciativa conjunta ejecutada por el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), con el financiamiento del Fondo de Adaptación (Adaptation Fund).
Nueva Luque Occidental
A inicios de la década del 2000, el Gobierno de aquel entonces desarrolló un proyecto para traer a compatriotas e instalar una nueva colonia en esta parte de Sierra León, con el objetivo de aumentar la población de la zona.
Inicialmente se inscribieron para este sueño de tener la tierra propia más de 100 familias, todas de la zona de Luque, del departamento Central; sin embargo, solo 32 familias se embarcaron en esta aventura en abril del 2003. La nueva colonia se denominaba Luque Occidental.
Al llegar al lugar se encontraron con una desagradable sorpresa: no había nada, salvo el monte, y lo peor de todo: el agua era escasa. Esta situación hizo que 20 familias decidieran retornar hacia la capital del país en los mismos camiones que las llevaron inicialmente.
Lo que al principio sería toda una gran colonia, que ayudaría a desarrollar la olvidada zona de forma especial para los pocos pobladores de Sierra León, hizo que fueron precisamente estos colonos quienes comenzaron a brindar asistencia a los nuevos pobladores, por lo que tenían que recorrer 15 kilómetros para llevar ayuda médica y agua a los luqueños.
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A los pocos años, la colonia Luque Occidental prácticamente desapareció, ya que las familias decidieron abandonar el lugar, en tanto que en Sierra León sobrevivían heroicamente unas 25 familias. Hoy apenas llegan a 11 familias y se dedican a la cría de unos pocos animales vacunos.
En el lugar existe una pequeña escuela, un puesto de salud a cargo de una enfermera, que hace milagros a la hora de brindar asistencia, atendiendo a la precariedad sanitaria. Los casos de urgencia son evacuados hasta el Hospital de Mariscal Estigarribia, distante a 300 kilómetros. La situación se complica en los días de lluvias, por la precariedad del camino.