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Las lluvias tan esperadas en toda la región del Chaco aplacó la sequía, pero tuvo como efecto colateral la precarización de muchos pobladores que hace años venían reclamando falta de inversión estatal en cuanto a caminos y en educación.
En algunas zonas es labor imposible atravesar los caminos sin un tractor, incluso los mismos quedan atascados, las aguas escurren muy lentamente, pero aún así alumnos de las escuelas de la zona de Salazar, a la altura del kilómetro 340 de la Ruta Transchaco, asisten como pueden. “Los pobladores de la zonas quedamos aislados y sin caminos, es imposible pasar todo se tranca (...). Necesitamos la ayuda del municipio de Puerto Pinasco y de la Gobernación de Presidente Hayes”, dijo el profesor Alcides Fernández.
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Agregó que todas las familias están muy afectadas ya que no se pueden dedicar a ninguna actividad comercial debido a la gran cantidad de agua, sumado al aislamiento que atraviesan. “Los alumnos que van no disponen de almuerzo ni merienda escolar y tampoco tienen respuesta de la Gobernación”, indicó.
El suplemento alimenticio es esencial en muchas zonas del Chaco para garantizar la nutrición y el aprendizaje de los alumnos, por ser buena parte de escasos recursos. Otro de los reclamos de profesores de la zona es la falta de colegios, ya que la mayoría de los alumnos solo cursa hasta el noveno grado y luego si quieren continuar con los estudios deben migrar a ciudades lejanas y separase de sus familias, como muchos no tienen esa posibilidad quedan sin terminar su escolarización.
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Las lluvias afectaron buena parte del bajo Chaco, limítrofe con el departamento de Boquerón. La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ya asistió a varias familias pero muchas otras continúan esperando ayuda ya que se encuentran en zonas por el momento inaccesibles.