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Un sistema de lluvias se desplazó sobre gran parte del departamento de Boquerón, generando precipitaciones puntuales en varias zonas de la Región Occidental y también la zona del Pilcomayo. La inestabilidad del tiempo trajo alivio a localidades que dependen de la lluvia para acopiar el agua, que finalmente llena aljibes y tajamares.
Productores de la zona recibieron aliviados las precipitaciones ya que la mayoría estaba en situación de comprar agua y forraje o vender ganado por falta de pasturas.
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“La situación en general está muy buena con la lluvia, en Menno Sud ya llovió hasta 250 milímetros e incluso dejó algunas zonas inundadas” dijo Norbert Dueck, gerente de la fundación Ideagro.
Agregó que el impacto de las lluvias en el sector agro se sintió más en las superficies de siembra ya que algunas no pudieron ser cubiertas: “si paran las lluvias en dos semanas todo se normaliza o si no la humedad retrasa un poco todo, en cuanto a pasturas ya son muy buenas y están recuperadas y muchos ya planeando hacer las reservas forrajeras”, agregó.
La sequía generó muchos problemas, principalmente en la provisión de agua. La consecuencia fue que muchos cultivos, tanto extensivos como de autosustento, se destruyeron. Situación de la que ahora tanto habitantes como productores pueden descansar por un breve tiempo ya que todas las reservas de agua están siendo colmadas.
Sin embargo, tanta agua también trae consigo situaciones de inundación principalmente en las comunidades nativas y latinas, en donde muchos ya estaban con el agua por los tobillos y levantando muebles para rescatarlos. Esta situación se observa en comunidades aledañas a Yalve Sanga como Betania y zonas como Cruce Boquerón.
Hasta el momento las lluvias continúan y no se tiene mayor información de si la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) estará asistiendo a posibles damnificados en los próximos días.