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Los informes son semanales y hasta la fecha se contabilizan 53 casos positivos de dengue, dijo la Dra. Erma Abreu, directora del hospital regional. Autoridades están preocupadas porque no existe conciencia de la ciudadanía para eliminar los criaderos de mosquitos.
“Nosotros como hospital ya nos estamos preparando, tenemos un protocolo, pues nos dimos cuenta que las tareas que estábamos haciendo, en relación a la limpieza dentro de la comunidad no arrojan buenos resultados, lastimosamente, por este caso de brote epidémico”, dijo la profesional.
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Lastimosamente y a sabiendas de la precariedad de salud, este protocolo consiste solo en lo básico, tratar de sostener con lo que tengamos a mano, y trabajar en base a esto como ser la capacitación que recibieron los médicos, para tratar los casos de dengue.
En ese sentido existe un equipo técnico para evaluar los elementos con los que disponen, cómo enfrentar la situación, ya que es lo único que pueden hacer al menos por ahora, sostuvo la médica.
“Por de pronto también continuamos insistiendo con las campañas de limpieza en los hogares, y en los barrios. Es la principal herramienta en busca de parar el aumento de casos de dengue, expresó.
Precariedad de salud
El mal llamado hospital regional, que por su infraestructura y la carencia de médicos especialistas cumple en realidad solo la función de un puesto de salud, cuenta con solo 10 camas para internados, de los cuales actualmente casi están ocupadas en su totalidad. Más por casos de pacientes con síntomas de enfermedades respiratorias.
A esta realidad se le suma ahora el aumento de casos de dengue, lo que preocupa sobremanera al plantel de blanco, ante la posibilidad de que el centro asistencial sea rebasado en la atención de internados.
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En medio de esta precariedad, encontramos a Catalina Sosa, quien estaba gestionando el parte médico de su pequeña nieta de tan solo 2 años.
La mujer de escasos recursos comentó que la niña estuvo internada en el hospital hace algunos días, luego se le dio el alta médica, pero pudieron percibir que no mejoraba en su situación de salud, sobre todo en relación a la falta de apetito. Esta situación producía que la menor pierda peso de manera acelerada, dijo la preocupada abuela.
Ante este panorama y realizando un gran esfuerzo económico, decidieron en familia llevar a la pequeña hacia Villa Hayes en busca de que se le realice un estudio mejor, que ayude a detectar el problema de enfermedad, antes de que la situación se complique, refirió la mujer.
Deben viajar en colectivo unos 700 kilómetros, para llegar al mencionado lugar.
