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Atendiendo a la infraestructura económica de la cual disponen, se observa en estos establecimientos ganaderos el trabajo de maquinaria que limpia los secos tajamares. La idea es sacar la mayor cantidad de arena acumulada con el tiempo, a fin de lograr profundidad y así acumular la mayor cantidad de agua cuando lleguen las grandes lluvias.
Muchos de estos productores logran sacar el vital líquido en cercanías de sus tajamares secos. Son reservas de agua que aún quedan bajo la capa de suelo, aunque no en grandes cantidades, ya que no son ningún tipo de venas que les permitan realizar pozos artesianos.
Wolfgang Kuhrt, ganadero de origen alemán, con muchos años de trabajar en el Chaco, nos comentó lo difícil que resulta esta nueva temporada de sequía. “En este momento realizamos pozos en los alrededores de los secos aljibes, donde aún se encuentran los denominados bolsas de agua. Con esto estamos lidiando la batalla para dar de beber a los animales vacunos y también a la fauna de los alrededores”, sostuvo.
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“Lastimosamente, en nuestra zona no se localizan venas de agua que puedan posibilitar cavar los pozos artesianos, tal vez esto sea por el tipo de suelo arcilloso, atendiendo a que más hacia el norte del departamento, hacia la región del Bahía Negra, los ganaderos cuentan con pozos de hasta 300 metros de profundidad, donde localizan grandes reservorios de agua dulce y cristalina”, refirió.
Finalmente, el productor dijo que están aprovechando esta sequía para limpiar los secos tajamares y así tener preparados los reservorios para cuando lleguen las grandes precipitaciones.
PEQUEÑOS GANADEROS
Los considerados pequeños productores, sin duda, son los más castigados por la sequía, debido precisamente a la falta de infraestructura. Dependen exclusivamente del acarreo de agua de los camiones cisterna.
Mientras que maquinaria de instituciones como la Gobernación o los municipios ayuda a limpiar sus viejos tajamares.
COSTOS
La sequía hace que falte el alimento para el ganado vacuno, atendiendo a que en los campos secos resulta imposible el rebrote del pasto. Ante esta situación, muchos ganaderos buscan alquilar otros campos en departamentos como Concepción o San Pedro, adonde están llevando sus vacunos.
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Los que no pueden realizar este tipo acción se ven obligados a vender de manera prematura sus animales, sin que estos lleguen a tener el peso ideal, por lo que se resiente el precio final de la carne.
El hato ganadero del Alto Paraguay es de 2 millones de cabezas de ganado vacuno y, atendiendo a que en todo el departamento se carece de industrias o fábricas, este rubro es la principal actividad económica de la cual dependen muchas familias de la zona.
