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Los distritos de Filadelfia, Loma Plata, Mariscal Estigarribia y Boquerón fueron declarados en emergencia por sequía en las últimas semanas y mientras gran parte de la población, especialmente de zonas alejadas, exigen respuesta de las autoridades en cuanto a la provisión de agua, muchos se ven obligados a beber lo que queda en reservorios. La mala calidad del vital líquido ocasiona cuadros agudos de diarrea.
Según reporte de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria para la semana epidemiológica (SE) 32 a nivel nacional se registraron 4.273 casos de enfermedad diarreica aguda, con una disminución del 10% con respecto a la semana anterior, ubicándose en la franja de alerta del canal endémico. Se observa un aumento de casos en seis regiones sanitarias: San Pedro Sur, Caazapá, Ñeembucú, Amambay, Boquerón, y Capital.
El mayor aumento se registra en el departamento de Boquerón con un 66% con respecto a la semana anterior. Según la Unidad Epidemiológica Regional el aumento de casos está relacionado a la sequía en la zona que afecta a la salinidad del agua para consumo humano y debido a eso la gente recurre al agua de aljibes para beber.
Ante la reducción del agua provenientes de fuentes superficiales y subterráneas las implicaciones de la sequía incluyen cantidad y calidad del agua potable afectadas, aumento de la incidencia de enfermedades y afecciones relacionadas a la calidad de aire y acceso a agua segura para consumo. Por esta situación se recomienda consumir agua potabilizada, hervida, purificada o tratada con cloro.
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Las autoridades sanitarias aconsejan no introducir en el agua potable recipientes sucios, contaminados, las manos o cualquier otro elemento que la pueda contaminar.
La falta de lluvias en el Chaco Central se agudiza por tercer año consecutivo, teniendo fuertes consecuencias no solo en el consumo directo del agua, si no también en la agricultura y ganadería.