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El proyecto agua para el Chaco, más conocido como Acueducto el cual demoró casi diez años en funcionar, sigue con problemas en la distribución constante del vital liquido. La semana pasada realizaron un paro de tres días por problemas técnicos y el bombeo de agua se suspendió para que el inconveniente sea solucionado. Este lunes de nuevo se tuvo un paro, según lo anunciaron de la Essap, quienes tienen previsto retomar el bombeo desde la planta de Puerto Casado a mitad de esta semana.
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“Tendremos problemas en enviar agua a todos los destinos, se normalizará una vez que la contratista del MOPC concluya ajustes en la red de Puerto Casado a Loma Plata, tendremos déficit para el lunes (...) a la contratista le fue difícil detectar la falla con prisa por la maleza alta en la zona del evento, el servicio espera ser restablecido a más tardar el miércoles”, informó el encargado en el Chaco por la ESSAP, César Martínez.
Lo cierto es que los más de 200 kilómetros de cañerías constantemente presentan inconvenientes, esto se debe a que la terminación del proyecto fue dilatado mucho tiempo y diversas partes se tuvieron que rehacer o reparar.
Además de que la obra por estar en un terreno llano debe sortear la propia fuerza de la gravedad con el bombeo que se hace desde el río Paraguay mediante cuatro bombas, sumando que la provisión de energía eléctrica enfrenta cortes constantemente, especialmente en verano cuando la demanda es muy alta.
Esto no sería muy dramático en otra época del año, pero la falta de lluvias en la región desencadenó en una sequía extrema que genera que la necesidad del vital líquido sea altísima, ya que apenas los reservorios están llenos se forman largas filas para comprar el agua. Hay que agregar también que la ESSAP y el MOPC reparten de forma gratuita el agua a las comunidades nativas, lo que constituye el sector social de la obra, pero lo demás es comercializado.
También las contratistas del MOPC deben gestionar la repartición del agua a las comunidades de su entorno, por lo que asistir a las comunidades vulnerables es una tarea compartida con la ESSAP.
La temperatura en el Chaco sobrepasa ampliamente los 40 grados en las últimas semanas, lo que generó que muchos productores y comunidades nativas perdieran sus cultivos y lo que encarece además alimentar el hato bovino, de lo cual la zona es productor consolidado. El pronóstico no anuncia mayores lluvias en los siguientes días por lo que asegurar la provisión de agua se vuelve imperiosa bajo estas circunstancias.