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Sor Blanca Ruiz Díaz, madre superiora de las salesianas en esta comunidad, al tiempo de agradecer el cariño de los pobladores, destacó los 50 años de presencia de las religiosas en esta parte del país. Mencionó que con la ayuda de numerosas personas pudieron realizar importantes tareas en busca de dignificar al ser humano, siempre inspirados en expandir la palabra de Dios.
Por su parte, monseñor Gabriel, durante su homilía central, felicitó a las laboriosas religiosas de esta congregación y destacó el trabajo que realizaron tantas otras hijas de María Auxiliadora, varias de ellas ya fallecidas, que en todo este tiempo buscaron ayudar a las personas y de una manera especial a aquellas más humildes.
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Sor Auxilio Marión, oriunda de la provincia de Véneto, noroeste de Italia, quien trabaja en el Chaco desde hace 26 años, dijo tener varias anécdotas de sus primeros años de labor en esta comunidad. “Tengo varios recuerdos hermosos de cómo es trabajar por el reino de Dios, ayudando a los más necesitados”, dijo.
La pintoresca y muy querida Sor Auxilio tiene 59 años de labor religiosa en la congregación hijas de María Auxiliadora. Los pobladores la recuerdan con su pintoresca bicicleta recorrer las casas de las familias, llevando un poco de esperanza a los afligidos, como asimismo sus permanentes visitas a la comunidad de los ishir.
Precisamente en esta comunidad indígena denominada Virgen Santísima, viendo la necesidad de falta de agua, la religiosa pudo conseguir algo de dinero con sus familiares en su Italia natal, con lo cual logro solventar íntegramente la instalación del sistema de agua en dicha población. Actualmente, Sor Auxilio sigue trabajando en el Chaco, pero en el distrito de Carmelo Peralta.
Son varias las religiosas que se destacaron por su trabajo y que hoy ya partieron hacia la vida eterna, entre ellas Sor Isidora Villaverde, oriunda de España, a quién los estancieros del Chaco solían verle llegar montada a caballo en busca de brindar una educación mejor a los niños de los lugares lejanos.
De hecho, el internado Ñu Apua, regenteado por el vicariato apostólico del Chaco y adonde acuden en su gran mayoría los hijos de peones de estancias e indígenas, tuvo en sus inicios el trabajo arduo de esta recordada religiosa.
Una de las pérdidas recientes es la de Sor Eduarda Guerrero, víctima del COVID-19, religiosa de carácter jovial que por muchos años trabajó en esta zona chaqueña.
Anoche se realizó un festival artístico en el local del Centro Juvenil Parroquial para resaltar los 50 años de labor de estas religiosas y culminará al mediodía de este domingo con un almuerzo comunitario entre los religiosos y pobladores de la comunidad.