ASUNCIÓN. Los hechos se produjeron la tarde del miércoles cuando dos jóvenes indígenas recorrían las tierras de su propiedad, cerca de la zona limítrofe con los terrenos de una empresa ganadera, explicó el abogado Maximiliano Mendieta.
Al acercarse al límite entre ambas propiedades, un grupo de cinco personas apostadas en los terrenos de la empresa vecina, que portaban “armas de grueso calibre” y estaban vestidos “como militares” mantuvieron una breve discusión con los nativos, tras la cual comenzaron a disparar al aire en señal de amenaza.
Mendieta considera que estas acciones forman parte de una “represalia” de la empresa a los nativos, que semanas atrás interceptaron una máquina topadora de la compañía para evitar que siguiera deforestando en las tierras de propiedad indígena.
Sobre estas tierras pesa una medida cautelar de no innovar, por lo que está prohibido deforestar, hasta que finalice la mensura judicial que determinará los límites del territorio indígena y los de las empresas circundantes.
“Los nativos se encuentran en una situación de vulnerabilidad y de persecución muy grave. Por primera vez, han hablado de que tienen miedo, algo que es muy llamativo en el caso de los indígenas ayoreo”, declaró Mendieta.
El abogado reclamó la intervención urgente del estatal Instituto Nacional del Indígena (INDI) y de la Fiscalía paraguaya, dado que las empresas están incurriendo en “delitos ambientales” y contra “la propiedad y la seguridad” de los indígenas.
Denunció además que los policías de la jurisdicción zonal están siendo “sobornados” por los empresarios del lugar para “perseguir y amedrentar ” a los nativos.
El territorio ancestral de la comunidad ayoreo de Cuyabia consta de 25.000 hectáreas y está rodeado por once empresas agrícolas y ganaderas, la mayoría extranjeras.
Esta extensión fue vendida de forma irregular en 2012 por unos 255.000 dólares y está ubicada en el distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón (occidente), en el Chaco paraguayo.
El pasado 17 de abril, Rubén Quesnel, expresidente del INDI, fue condenado a seis años y medio de cárcel por la venta ilegal de este territorio, una sentencia considerada “histórica” por la Fiscalía.
El pueblo ayoreo es una de las 20 etnias indígenas que viven en Paraguay y algunos de sus integrantes, en aislamiento voluntario, conforman el último pueblo nativo no contactado de América fuera de la Amazonía.