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La festividad de María Auxiliadora es la segunda devoción mariana más popular en Paraguay, luego de la de la Virgen de Caacupé. En nuestro país existen numerosos pueblos, comunidades y movimientos que tienen como protectora a esta advocación de la Virgen.
En su santuario ubicado en Don Bosco y Humaitá habrá hoy varias celebraciones eucarísticas que este año coinciden con la fiesta de Pentecostés, que recuerda la llegada del Espíritu Santo sobre los apóstoles, 50 días después de la Pascua.
Fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el mejor paladín y trampolín para el desarrollo y popularidad: “No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado”. “Cada ladrillo de esta iglesia –se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó en 1863– es una gracia de la Virgen María”.