Celebran 51 años de vida sacerdotal del padre Emilio Grasso

YPACARAÍ. El padre Emilio Grasso cumplió 51 años de vida sacerdotal. Se encuentra desde 2003 al servicio de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de esta ciudad. Durante la celebración, instó a ser buenas personas.

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Durante la celebración por los 51 años de vida sacerdotal del padre Emilio Grasso, sus monaguillos y niñas liturgistas le entregaron una carta. En la misma, le manifestaban el cariño y el aprecio que le tienen; además, recalcaron el valor de la enseñanza que han recibido del él. El vicario respondió con la humildad que lo caracteriza.

Además, instó a que los mismos continúen por el buen camino. “Lo que cuenta es que se preparen bien para seguir una vida bella, como yo repito siempre: una vida feliz”, expresó. El padre Grasso indicó también que Dios ama a todos, pero que tiene un amor preferencial hacia los pobres, los marginados y los desprotegidos.

Enfatizó que, para tener una vida bella y feliz, se debe tener coraje, sacrificio y esfuerzo y pasar por la lucha de la fatiga y el combate. “El primer combate es con uno mismo, por eso debemos saber luchar y cambiar nuestro corazón, ser mas buenos, y esto cuesta, amigos, pero no debemos fracasar”, dijo.

Recordó a los presentes a no olvidarse de los pobres, quienes son los más amados por Dios. “Yo hago siempre la distinción entre perezosos, los haraganes, los holgazanes, los que no quieren trabajar... San Pablo dice: 'Quien no quiere trabajar que no coma', por eso cada uno debe trabajar. La escuela es un trabajo, no ser caprichoso en casa es un trabajo, ayudar a los abuelos es un trabajo”, indicó.

Finalmente, exhortó a no atormentar a los padres: “No los torturen, deben ser buenos en casa, en la escuela, en la calle, cuidar la ciudad”. Culminó su homilía instando a los niños y jóvenes a ser responsables y tomar sus propias decisiones.

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