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El periodista, nombrado como director de Audiovisuales en octubre del 2016, explicó a nuestro diario que la destitución es una represalia por las denuncias que ha realizado de manera responsable sobre la utilización de fondos públicos de la SNC, “que de por sí tiene un presupuesto exiguo para toda la demanda que tiene, en actividades personales del ministro Fernando Griffith”.
Afirmó que estos recursos eran utilizados fundamentalmente para apuntalar el proyecto “Paraguay Poderoso”, creado por Griffith mucho antes de ser nombrado secretario ejecutivo de Cultura.
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“Yo formulé esa denuncia después de habérselo dicho personalmente hace más de un año, al advertirle que se estaban utilizando recursos de manera impropia y que era perentorio destinarlos a actividades que son responsabilidad de la Secretaría, en virtud de la Ley 3051/06, Nacional de Cultura”, aseveró Cattivelli.
Preguntado sobre si los recursos no debían ser utilizados para las charlas que realizaba el secretario, afirmó: “No en cosas que nada tienen que ver con mandatos de la Ley de Cultura. Aparte, son charlas vinculadas a su fundación, a la cual yo personalmente le pedí que renunciara como presidente cuando asumió el cargo”.
Añadió que Griffith renunció como presidente de la fundación, pero en los hechos siguió operando para “Paraguay Poderoso”, utilizando la estructura de la Secretaría de Cultura. “Habrá dado más de 50 charlas en el interior y en el departamento Central, utilizando para ello choferes, vehículos, personal de seguridad, de prensa, de protocolo y viáticos de la institución”, aseveró Cattivelli.
Al resaltar el hecho de que la secretaría no se dedicaba a las tareas que le correspondían por ley, Cattivelli afirmó que él recibió y derivó dos “pedidos angustiosos” de ayuda para el guitarrista Efrén Echeverría y para doña Rosa Brítez, que estaba mal de salud e internada, pero no hubo acción alguna.
“Además, la calamitosa situación del patrimonio cultural, que es también responsabilidad de la Secretaría, está a la vista de todos. Asunción se desploma y ni siquiera hay notificaciones a los propietarios para que pongan en condiciones sus propiedades o para intervenga la municipalidad”, lamentó.
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Sobre el punto, afirmó que la situación requiere de una “acción firme, reiterada y sostenida” desde el punto de vista patrimonial, con el fin de evitar que en 10 años más Asunción no se convierta en una playa de estacionamiento de vehículos o todo esté derrumbado por negligencia del Estado.
Cattivelli manifestó asimismo que su destitución, que le sobrevino por haber intentado colaborar para una mayor transparencia en la administración de la cosa pública, es una advertencia y una “amenaza seria” para cualquier otro funcionario que tenga la osadía de denunciar irregularidades en instituciones públicas.