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La renuncia de la jueza Lourdes Scura para poder jubilarse fue rechazada este martes por el pleno de la Corte Suprema de Justicia, informó Perla Silguero, periodista de ABC Color.
La magistrada fue quien concedió a Víctor Bogado Núñez, expresidente de la Caja de Jubilados de Itaipú, la prisión domiciliaria antes de dimitir. Este está condenado a 14 años por haber formado parte del esquema de estafa dentro de Cajubi.
Además de rechazar la renuncia, la Corte decidió enviar los antecedentes de la jueza al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM). Poco antes de conocerse la resolución de la CSJ, el titular del JEM, Enrique Bacchetta, expresó en contacto con ABC Cardinal que haría “todo lo que se pueda” para que este órgano se exprese sobre la actuación de Scura, a la que calificó de “extraña”.
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Bogado Núñez fue condenado a 14 años de prisión por el robo de US$ 40 millones a la Caja de Jubilados de Itaipú (Cajubi) y es calificado como el “cerebro” de las operaciones en que la figura eran “inversiones” en otros países. Dejó la cárcel tras cumplir apenas tres años de su condena.
El argumento de la jueza Scura es que Bogado, durante su reclusión en el penal de Tacumbú, tuvo una conducta calificada de muy buena, sobre la base de su legajo personal y ha desarrollado numerosas actividades destinadas a la reinserción durante el tiempo que llevó recluido.
Scura Dendi no solo otorgó a uno la prisión domiciliaria, sino a otros dos más dentro de este desfalco a Cajubi. Se trata de Mariano Damián Escurra, condenado a 14 años de cárcel, y de Walter Elías Delgado Añazco, sentenciado a 12 años de prisión. El argumento utilizado con relación a Escurra es que sus padres ya son de avanzada edad y se encuentran en delicado estado de salud, por lo que requieren una atención especializada.
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Estas personas, junto a otros procesados, enviaron dinero a cuatro firmas de supuesto alto rendimiento denominadas Euro Invest, Génesis, Keystone y Unión Securities, para supuestas inversiones (de unos US$ 48 millones). Sin embargo, las empresas fueron de fachada, creadas solamente en los papeles para recibir el multimillonario fondo de la Cajubi.