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Se trata de Andrea Karina Benítez Aguilera, destituida en el año 2015, porque se negó a supuestas propuestas de índole sexual de su entonces jefe, según comentó. Como radicó la denuncia ante la Fiscalía por acoso, el presidente del Indert accionó en su contra.
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“Yo vine a este juzgado para buscar justicia, que tienda a reivindicarme mínimamente el agravio que hizo la señora Karina contra mi persona”, dijo Cárdenas antes de ingresar a la diligencia.
Por su parte, Esther Roa, abogada de la joven, dijo que todos los testigos que declaran en esta causa son personas que tienen relación de dependencia con Justo Cárdenas. Los testigos dijeron que la supuesta destitución fue en realidad por solicitar irregularmente informes de expedientes de lotes.
La Fiscalía había desestimado la denuncia de acoso sexual, pero aún no se archivó totalmente. El juicio por difamación terminaría el próximo martes 5 de junio.
El supuesto acoso sexual fue denunciado en setiembre del 2016. Según relató en aquella oportunidad, cuando debía salir su nombramiento definitivo en el Indert, en diciembre de 2015, Cárdenas cambió su actitud, ya que le manifestaba que se veía atractiva, que le gustaba, y que si aceptaba podrían encontrarse en otro sitio.
“Le dije que estaba en pareja y que lo único que me interesaba era trabajar. A partir de allí cambia radicalmente su forma de ser y me empieza a hablar de mal desempeño, y que si no hago ‘mérito suficiente’, no me va a nombrar y que iba a disponer de mi cargo”.
Cardenas pide como resarcimiento económico la suma de G. 100 millones, aparte de la sentencia judicial.