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El colombiano Jesús López Londoño, más conocido como “Mi Sangre”, era uno de los supuestos criminales peligrosos más buscados en el mundo. Su detención finalmente se concretó en un lujoso local gastronómico en Argentina.
Desde Colombia, la Policía estuvo tras sus pasos, pero como López Londoño era muy escurridizo, tuvo la información de que pasó por varios países de la región, entre ellos Paraguay, para esconderse.
De aspecto intimidante y con cabellos enrulados implantados (para despistar), “Mi Sangre” se radicó en Buenos Aires con su familia, haciéndose pasar por un empresario venezolano.
Ubicarlo no fue fácil, pues con su habilidad y poder económico fue capaz de despistar a los policías de los países en los que estuvo, sin descartar la complicidad de algunos de esos uniformados.
En Argentina lo detuvieron, pero gracias a una información de inteligencia de la Policía Colombiana, lo ubicaron luego de dos meses de seguimiento. En el país cafetero celebraron la captura de alguien que, aparte de haberse dedicado al narcotráfico, también integró el grupo paramilitar colombiano.
El general José Roberto León, director de la Policía de Colombia, explicó en una conferencia de prensa que López Londoño estuvo en Paraguay, aunque no especificó mayores detalles, salvo que en junio pasado casi lo detuvieron en el territorio paraguayo, según se hicieron eco los portales del diario Clarín (Argentina) y CNN en español (EE.UU.).
“Mi Sangre” también estuvo en otros países de la región como Ecuador, Venezuela, Brasil, Uruguay, Panamá y México.
Su delito más reciente fue el envío de cocaína a EE.UU. y Holanda, vía Ecuador. En la década de los '90 perpetró asaltos en la ciudad de Medellín, Colombia, y perteneció a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
La justicia de los EE.UU. requirió la extradición de López Londoño, para ser juzgado por supuesto narcotráfico.
Este personaje tuvo su paso por el Paraguay, aunque no se sabe cuáles fueron sus “negocios” en el territorio paraguayo.