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El objetivo del taller es que los productores conozcan las técnicas para el uso sustentable y económico de las semillas, que son de muy alta calidad y fiabilidad en su poder germinativo, sostuvo Ricardo Pedretti, gerente de INBIO.
Alrededor de 200 agricultores participaron de las charlas, ofrecidas por el técnico Magin Meza, especialista del ministerio de agricultura y ganadería (MAG). Las malas condiciones climáticas del día anterior impidieron a muchos productores salir desde sus comunidades por las malas condiciones de los caminos, según trascendió.
Pedretti se mostró satisfecho por la respuesta de los productores, e insistió en que las semillas que estarán disponibles son de excelente calidad, por lo que permitirá un importante ahorro en simientes.
Cada bolsa tiene 15 kilos, y alcanza para una hectárea y media, pues la confiabilidad en la capacidad de germinación hace que con una sola semilla por pozo será suficiente, en lugar de las tres semillas que se acostumbra tirar para asegurar la germinación.
Con una semilla por pozo se ahorrará significativamente, y se evitará el raleo que se debe hacer después, para dejar una planta por cada punto sembrado, explicó.
Asimismo, se informó a los productores sobre el uso correcto de los insecticidas, la vestimenta ideal para el manipuleo de los mismos, y se recomendó también la siembra en un 80 por ciento con algodón BT RR, y el restante 20 por ciento formar una franja con algodón convencional, con el objetivo de impedir que sobrevivan plagas que puedan desarrollar resistencia a los agroquímico, y que puedan aparearse entre y desarrollar crías con mayor resistencia.
En caso que alguna de las plagas sobreviva, desde el sector del cultivo convencional sobrevivirán mayor cantidad de plagas que se aparearían con éstos, y captarían a estos insectos con mayor resistencia, y no se mezclarían dos individuos con resistencia a los insecticidas.
Las expectativas de cultivo del textil, según Cadelpa, son de 120.000 hectáreas a nivel nacional, pero esta cantidad no sería cumplida, debido a que la capacidad de obtención de las semillas BT RR serían para unas 90.000 hectáreas, mientras que la cantidad de semillas de algodón tradiciones disponible cubrirá unas 30.000 hectáreas.
Uno de los factores discutidos durante el encuentro es la financiación de las semillas y los insumos, señaló Luciano MartÍnez, presidente de la Asocación deproductores de Nordeste de Itapúa, que nuclea a agricultores de unos 10 municipaios.
“En el caso del distrito de Natalio ya tenemos resuelto el problema, con el apoyo de la Municipalidad que va a subsidiar las semillas, y esperamos que hagan lo mismo los otros municipios”, señaló.
También habló del Certificado Agronómico, que consiste en un monto de un millón de guaraníes que cobrarán unas 100.000 familias campesinas, afectadas por la prolongada sequía de principios de año, dinero que muchos emplearán en la compra de las semillas.
Otra fuente de financiación serán las mismas desmotadoras, quienes comprarán las semillas que entregarán a los agricultores a través de sus respectivos acopiadores, una forma ya tradicional de financiamiento utilizado para el algodón.
En Itapúa existen alrededor de 300 productores interesados en la siembra para la presente zafra, que culmina a fines del mes de octubre.
Lisandro Benítez, de la Coordinadora Campesina de Itapúa, expresó la oposición de su organización al algodón BT RR.
“No es cierto lo que dicen que es muy beneficioso al productor, porque el Estado no regula el precio, y lo que no dicen es que se tiran 60 millones de litros de agroquímicos a la tierra. Esto beneficia sólo a la industria química de Monsanto”, dijo.
Anunció que los próximos 17 y 18 de octubre habrá una jornada por la recuperación de las semillas nativas en el seminario metropolitano de Asunción, y que el 29 y 30 del corriente mes habrá una exposición de semillas nativas en el Centro de educación y capacitación en tecnología campesina (Cectec), ubicado en la localidad de Pirapey, distrito de Edelira.