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Mario Elizeche Baudo, defensor de Canillas y de Díaz Verón, afirma en su petitorio de suspensión que aunque su defendido tenía la imagen de la legisladora en sus manos a la hora de lanzar los improperios que se ve y escucha en el video, “no se puede afirmar con certeza que las expresiones iban dirigidas a la misma”, ya que en ningún momento su nombre es mencionado.
Sostiene que para que ocurriera cualquiera de los cargos que se le atribuyen a Canillas, este debía identificar a la senadora con nombre y apellido o el apodo con el que se la conoce. Incluso, pone en duda de que se trate de una fotografía de Masi, asegurando que solo se trata de una "supuesta" imagen.
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El caso en cuestión surge de una filmación hecha en una reunión privada de la que participó Canillas. En el video se lo ve junto a una imagen corpórea de la legisladora y lanza insultos calificándola de “hija de puta” y "vieja de mierda”, aunque su abogado intenta hacer creer que eran dirigidos a otra persona.
También argumenta que Canillas no fue el responsable de la divulgación del video, con lo que intenta desmarcarse de la intención de difamar a la legisladora de la oposición.
Más temprano, el abogado de Masi, Guillermo Duarte, anunció que no se buscaba una reparación económica del daño causado a su imagen y honor, sino que quede demostrada la actitud preportente y la forma despectiva en que se dirigió contra su persona el asesor de la EBY.