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La Cámara de Apelación integrada por los abogados Antonio Alvarez, Gustavo Aguadre y Javier Esquivel, revocó la resolución de prisión preventiva dictada por la jueza Penal de Garantías de Quiindy, María Ramona Melgarejo, y ordenó que Leonardo Almirón Jara (50), Ismael Santiago Almirón Sarabia (26) y Leonardo Fabio Almirón Sarabia (21), quienes estaban recluidos en la Penitenciaría de Misiones, sean liberados y beneficiados con medidas alternativas a la prisión.
De acuerdo a las manifestaciones de la jueza Melgarejo, la defensa de los tres detenidos recusó a la fiscal interviniente, Teresita Paredes, y la causa quedó a cargo de la fiscal de Paraguarí, Patricia Filippi, quien se allanó al pedido de medidas alternativas solicitada por la defensa. Entonces la Cámara de Apelación consideró sin más trámite ordenar la libertad ambulatoria de los detenidos.
Esta disposición de la Cámara de Apelación no cayó bien a los intervinientes porque existe un grupo tanto de policías como de jueces y fiscales que luchan contra el abigeato y otros que no acompañan la misma política de trabajo.
Los presuntos abigeos fueron detenidos el pasado 23 de febrero pasado en la compañía Cerro Guy de esta ciudad, por una comitiva fiscal-policial para esclarecer un supuesto hecho de abigeato.
Este procedimiento, a cargo de la fiscal de Quiindy, Teresita Paredes, fue acompañado por Agentes de la Comisaría 11ª de Quyquyhó, personal de la Brigada de Lucha contra el Abigeato y los representantes del Ministerio Público que se constituyeron en la vivienda de Leonardo Almirón Jara (50), donde se procedió al cumplimiento de allanamiento dictada por la jueza Melgarejo.
La detención de los presuntos abigeos se ordenó por la denuncia realizada el 21 de febrero pasado por Ricardo Cameroni, propietario del establecimiento ganadero “María Luisa”. El afectado denunció la desaparición de una vaca brangus preñada y de pelaje rojo.
La comitiva fiscal-policial llegó hasta la vivienda de Almirón y en el lugar se encontró el cuero enterrado en una fosa, en estado de putrefacción.
Luego, a pocos metros de la vivienda, en un cañaveral, fueron halladas dos bolsas de arpillera de color blanco, que contenían carne vacuna que habían sido congelada, y al lado, dos cueros vacunos de pelaje negro.
En una de las habitaciones de la casa se encontraron el revólver y los cartuchos de diferentes calibres, y todas las evidencias mencionadas.