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“Cada niño en la escuela es un motochorro menos”, dijo el ministro de Educación, Enrique Riera, este miércoles en el marco de la inauguración de tres aulas en la Escuela Básica Nº 5.934 Comunidad Indígena Cerro Poty, cuya construcción se hizo con un novedoso método que viene de Canadá.
La estructura prefabricada de PVC y concreto que tiene un costo de G. 220 millones fue montada en una semana. La donación de las tres aulas provino de la empresa Royal -de origen canadiense- cuyo representante en Paraguay es el exarquero Ricardo Tavarelli, quien estuvo presente y acompañado de su cuñado, el futbolista Roque Santacruz.
El ministro Riera destacó que las aulas fueron hechas en siete días. “Uno no puede creer”, señaló, al tiempo de indicar que los materiales utilizados tienen garantizada durabilidad, el costo de construcción es bajo y también lo es el de mantenimiento en comparación con una construcción tradicional. Comentó que próximamente presentarán un cuadro comparativo entre ambos tipos de construcciones. Mencionó que todo el mobiliario fue una donación de Unasur y que el Ministerio también “puso lo suyo”, aunque no especificó en qué consistió el aporte.
Ante la posibilidad de que el sector de la construcción tradicional se moleste y se levante contra esta iniciativa, aclaró que antes de fin de año se lanzarán licitaciones para el arreglo de más de 600 escuelas de materiales tradicionales; pero, por otro parte, como este sector no podrá hacer frente a todas las necesidades, también se analizará la posibilidad de usar este tipo de construcciones prefabricadas, ya que son cinco las empresas que están trabajando a nivel local en este negocio, indicó.