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El enviado del papa Francisco presidió la tradicional misa de los domingos en Caacupé ante un gran número de fieles.
Hummes inició la celebración con un saludo en guaraní: “Aju pende rendápe papa Francisco rérape; ha'e pende rovasa (vengo junto a ustedes en nombre del papa Francisco; él los bendice”.
Durante su reflexión señaló que la historia de la Virgen de Caacupé es muestra de que Dios siempre está cerca de su pueblo y camina con él, especialmente con los más pobres y los que sufren, según reportó la corresponsal de ABC Desiré Cabrera.
Indicó que el mensaje del Papa al Paraguay y el mundo es que “vayamos a la periferia para acompañar a los más pobres y desposeídos”.
Consideró que actualmente se vive una cultura egoísta e indiferente al sufrimiento, que se debe revertir.
Reclamó una actitud de acercamiento, solidaridad e inclusión.
Posteriormente, señaló que los misioneros, durante la época de la colonia en América, defendieron a los indígenas de la violencia y la codicia de los colonizadores.
Llamó a adoptar una firmeza en la fe similar a la que adoptaron aquellos religiosos.