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A principios de agosto del año pasado empresarios que explotan el servicio de transporte público en Paraguay, anunciaron una huelga de tres días -el 6, 7 y 8 de agosto- como protesta porque por un lado denunciaban retraso en el pago de subsidio por boleto, y por otro porque el Poder Ejecutivo decidió, mediante un estudio técnico de la Facultad de Ingeniería de la UNA, que la suba no correspondía. Las reguladas sin embargo comenazaron desde el 4 de agosto y los pasajeros protestaron, pero el gobierno solo multó a tres empresas por un monto de G. 4 millones cada una. La huelga llegó a iniciarse, una vez más, a costa del sufrimiento de la ciudadanía y de los costos económicos que implica que las personas pierdan la movilidad para poder trabajar.
A pesar de que el gobierno afirmó en ese entonces que no se negociaría un subsidio y de que incluso instaron a la gente a "no dejarse chantajear" con la presión de las reguladas. Los empresarios querían que el gobierno pague un subsidio de G. 200 por boleto en vez de 100, con lo que el pasaje hubiera quedado en G. 2.600. El gobierno ofrecía pagar solo G. 100 más, a pesar de que el estudio determinó que la suba no correspondía, es decir, un aumento en el subsidio tampoco.
Finalmente las negociaciones "prosperaron" y el paro quedó postergado. El acuerdo era mantener el subsidio en G. 100, con lo que el público abonaría G. 2.400 por un costo de pasaje a G. 2.500, además de que el gobierno se comprometía a pagar un subsidio de 30.000 dólares por cada bus nuevo. El "cháke" se mantuvo hasta el 26 de agosto, cuando se concretó la firma del acuerdo, a pesar del pésimo servicio que seguía y sigue recibiendo la ciudadanía.
Semanas después del acuerdo, el gobierno hizo un cambio en el plan inicial. Exigió a los transportistas que compren buses con aire acondicionado si querían obtener el subsidio. Los empresarios se negaron, nuevamente, se quejaron y amenazaron con dejar atrás la compra de nuevas unidades y pidieron que se derogue el acuerdo firmado. Acusaron al ministro de Obras Públicas Ramón Jiménez Gaona de crear un ambiente de inseguridad para los empresarios, al mismo ministro que hoy presentó los buses con bombos y platillos. Corría setiembre y el plazo para presentar la solicitud para el subsidio era hasta el 31 de octubre.
El 17 octubre el titular de Cetrapam, César Ruíz Díaz, dijo que ninguna empresa había solicitado el subsidio. Más de dos meses después de la huelga, el tira y afloja entre sector privado y gobierno continuaba. El periodo para solicitar el subsidio se extendió hasta el 14 de noviembre, para cuando finalmente 41 empresas solicitaron el subsidio para la compra de 559 buses nuevos que deben ser ingresados al circuito este año.
Inicialmente anuciaban que los primeros buses con aire comenzarían a circular en febrero de este año, sin embargo la entrega se fue retrasando una y otra vez. Lo que debía ser entregado en febrero, fue presentado este jueves, tres meses después. Son 93 unidades que ya llegaron a Paraguay, según dijeron en la presentación, de los cuales 33 entrarán en circulación. Todavía falta que lleguen unos 400 buses.
Lo que comenzó porque el pasaje no debía sufrir un aumento, terminó en millones de dólares de subsidio para empresarios.