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La Secretaría Nacional de Cultura, la Secretaría del Ambiente, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción y los propietarios de caverna Risso formalizaron el convenio que detalla la predisposición de colaborar para la extracción de los restos óseos.
La ministra de Cultura, Graciela Bartolozzi, aclaró que como institución tienen la obligación de “salvaguardar, proteger y rescatar” el material científico, además de “arbitrar los medios para el rescate del fósil hallado en nuestro país, que sea derivado al lugar adecuado para resguardarlo”.
La Municipalidad de San Lázaro se resistió a que los fósiles sean trasladados al laboratorio especializado de la Facen, exigiendo que permanezcan en el palacete municipal. Debido a que los especialistas consideraron que este sitio no es apropiado para la conservación del delicado material fosilífero, decidieron abortar la expedición de rescate.
Las autoridades adelantaron que buscarán llegar a un acuerdo con el municipio local, que no tiene competencia legal para decidir sobre el destino de los restos fósiles, ya que la Ley Nº 946/82 otorga la jurisdicción sobre el patrimonio a la Secretaría Nacional de Cultura.
Por otro lado, los técnicos especialistas en la materia insistieron que el rescate del fósil debe ser urgente por el peligro en el que se encuentra, explicó Víctor Filippi, paleontólogo de la Facen.
El fósil del oso perezoso gigante, que mide 2 metros con 80 centímetros, se encuentra en una base de sedimentos sueltos. Los sedimentos erosionan con la entrada del agua, apeligrando enormemente al material, explicó el experto.