Las garzas buscan comida y seguridad

La migración de garzas hacia un barrio de Asunción tendría un vínculo directo con la construcción de la Costanera Norte. El hecho refleja la falta de un buen estudio de impacto ambiental. Las aves buscan seguridad y alimento, precisó un experto.

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La presencia de una especie de garzas en el barrio Virgen de la Asunción de nuestra capital generó controversia al haber vecinos que no soportan su presencia y otros que están preocupados por el desplazamiento de los animales desde la Bahía de Asunción y quieren protegerlos. Lo cierto es que estas aves se mudaron en busca de comida y refugio seguro, según Alberto Yanosky, ornitólogo, investigador del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt) y presidente de BirdLife International para las Américas.

“El barrio está cerca de la zona acuática, de la Costanera y el río. Evidentemente, habría una relación con eso. Estos animales son animales gregarios, les gusta estar juntos. Cuando tienen algún tipo de liderazgo se mueven, y se mueven en grupo. Se sienten mucho más seguros estando acompañados”, explicó el experto en aves.

Yanosky agregó que este fenómeno es una cuestión que les hace sentir seguras a estas aves, que buscan un lugar para establecerse, edificar sus nidos, comer y no sentir el peligro de los depredadores.

Uno de los disparadores del problema podría ser la falta de un buen estudio de impacto ambiental. “Si uno tiene una buena evaluación de impacto ambiental y hubiese hecho un diagnóstico en donde la cantidad de aves hubiese sido estimada, deberíamos haber abierto alguna posibilidad de crear o recrear el hábitat que se perdería. Son estudios previos que se hacen para tratar de evitar impactos que no puedan ser mitigados”, detalló.

“La primavera y el verano es la época de reproducción de estas aves, porque es cuando hay abundancia de alimento, que también les provee el sitio que eligen. Así también, el material para el nido: plataformas de hojas, pastos y palos. (El lugar) tiene que proveerles esos materiales y las ramas para soporte”, añadió.

Las garzas están presentes en todo momento en la Bahía de Asunción, no son aves que se desplazan con frecuencia. “En términos de garzas tenemos la garcita chiquita, azulada; tenemos la garza mora, tres garzas blancas —una garza blanca grande, una garza blanca chica, de patas negras, y una garza chica de patas amarillas— y luego está la garza bruja, que es este bicho que es objeto de haber seleccionado este barrio. Las más comunes son estas cinco especies de aves. Pero estos bichos no migran, no hacen las migraciones que uno conoce, que vienen del sur, o del norte y que pasan por la bahía. Ese es un concepto que desde algún medio de prensa han malinformado. Lo que hacen son movimientos en busca de alimentos”, expresó.

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“(Las garzas) siempre estuvieron acá. Nosotros, como seres humanos, estamos avanzando sobre su hábitat, sea con la construcción de áreas para viviendas, con la construcción de avenidas como podría ser la Costanera”, opinó el ornitólogo.

Yanosky no arriesgó a decir si el desplazamiento es culpa directa de las obras de la Costanera, que se hace sobre una zona de lagunas y humedales. “Seguramente, allí había mayor vegetación y seguramente mayor depredación, mayor cosecha de nido, mayor cacería por parte de la gente. Se van sumando elementos que hacen que las aves se desplacen en zonas cercanas, buscando mayor seguridad (...) Lo que me preguntaría es por qué no se han movido más hacia el Bajo Chaco”, indicó.

Las garzas eligieron el barrio de Asunción por sobre el Bajo Chaco. Existen métodos para ahuyentarlas sin lastimarlas, dijo Yanosky. Por ejemplo, una de ellas es colocar parlantes que simulen el sonido producido por aves rapaces como águilas, halcones, etc. Otra es colocar cintas que se muevan con el viento y, por último, no facilitar el asentamiento en el barrio.

 

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