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En julio del año pasado se viralizó un video en el cual Teófilo Urbieta, en silla de ruedas, esperó durante ocho horas que un bus inclusivo lo alzara, tras lo cual el Viceministerio de transporte abrió sumario a cinco empresas de transporte. El video fue parte de un proyecto de estudiantes de cinematografía para demostrar por qué las personas con discapacidad no utilizaban el servicio de buses inclusivos.
Diana Mieres expresó su impotencia a través de este posteo en su cuenta de Facebook: “Hoy 15:00, nos dispusimos con mi hermano a ir a una consulta, como no estoy teniendo auto decidimos ir en colectivo específicamente en la línea 38, Empresa Mcal. López. Esperamos 50 minutos sin que ningún bus adaptado para silla de ruedas venga, hasta que apareció uno. Hago la parada y se queda pensando que solo yo subiría, al ver a mi hermano aceleró la marcha sin dar explicaciones, la impotencia y la rabia me llenaron todo el cuerpo. La chapa es BXN198. De emocionados que estábamos con mi hermano por esta primera experiencia pasamos a estar muy enojados. ¿Hasta cuando? ¿Quién ampara a los niños con discapacidad?”.
Según lo expresado en Facebook este hecho ocurrió en 24 proyectadas y Parapiti el sábado a las 15:00 siendo que la consulta era para las 16:00 y ya habían esperado aproximadamente 50 min.
Por su parte, Marta Coronel, madre del niño que también participó del hecho, comentó que fueron hasta la parada a preguntar sin venía otro bus diferencial y le dijeron que ese era el último de ese tipo que estaba en el lugar, por lo que tuvieron que recurrir a su hermana para que los lleve a la consulta en un móvil particular.
Denunció que no es la primera vez que le ocurre esto, ya que por los tratamientos que requiere su hijo tienen consulta médica constantemente. "Estamos muy indignados por la actitud del chofer, o no sé si sea culpa de él o de la empresa, pero ya es hora de que haya más organización sobre la base del respeto. Si no van a cumplir, que le quiten nomás el logo o la indicación de que es un bus para personas con discapacidad porque eso es una gran mentira", concluyó.
Las reacciones de las personas que comentaron la situación en la red social fueron diversas, algunos repudiaron rotundamente el hecho y otros defendieron al chofer diciendo que quizás no era una parada, por lo cual no se detuvo.
Con esta denuncia se abre nuevamente el debate sobre el nivel de inclusión que existe en la sociedad, si los nuevos buses cumplen realmente con su función y si la no inclusión es culpa de la falta de empatía de las personas, choferes o de las mismas empresas.