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“Desde mi perspectiva, yo diría que tiene un año con dos impresiones”, manifestó el analista político y exsenador por el PLRA, Gonzalo Quintana, en conversación con ABC Color. “En mucho temas importantes las primeras decisiones me generaron un sentimiento negativo y después sobre esos mismos temas se convirtieron en expectativas positivas”, agregó.
Uno de esos puntos fue, por ejemplo, la línea asumida por el gobierno de Cartes en cuanto al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Durante los primeros tiempos de gobierno, el actual presidente de la República habías seguido la línea de sus antecesores Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo al calificar al grupo como criminales comunes.
“Me decepcionó porque la naturaleza de la amenaza no es de criminales sino de terroristas. Últimamente hubo un cambio de definición y creo que eso va a permitir desarrollar una estrategia distinta. No se está enfrentando a un grupo que se organiza para cometer delitos, es un grupo que usa la violencia como herramienta política”, señaló Quintana.
Dijo haberse sentido decepcionado también por la rapidez en la que el gobierno paraguayo decidió reintegrarse al Mercosur, bloque regional del que había sido suspendido en junio de 2012 tras la destitución de Fernando Lugo de la presidencia a través de un juicio político; y que el regreso haya sido sin ningún tipo de condiciones.
Además, que no se haya intensificado la exploración con la Alianza del Pacífico y que no se aprovecharan las condiciones que estaban dadas para estrechar vínculos con la Unión Europea y Canadá, por ejemplo.
“Volvieron sopresiva y velozmente al Mercosur, pero ahora se nota como que se está retomando el interés de continuar con el proceso para la integración de la Alianza del Pacífico. Al principio me pareció una línea equivocada, hoy parece que puede ir por el camino que me parece correcto”, afrimó.
Recordó que el proceso de prácticamente paralización del gasto público en materia de inversión a fin de examinar los contratos que estaban pendientes de desarrollarse, al tratarse de una economía muy dependiente del gasto público, se sintió fuertemente. “Hoy parece que se va a poner en ejecución una serie de proyectos que pueden devolver la dinámica a la actividad económica”, agregó.
Quintana resaltó la decisión de apoyar a la ministra de Educación para enfrentar a los sindicatos en cuestiones importantes como la pérdida de clases y el dinero que iba a parar a manos de los dirigentes sindicales; además de la decisión de intervenir en las supervisiones, que anteriormente eran prácticamente unos comisariatos políticos.
“Ni siquiera bordea los problemas de fondo como el de la calidad de la educación pero son elementos que generan expectativa, porque hay que tener voluntad, coraje en algunos casos para enfrentar estas estructuras”, aseveró.
Destacó además la decisión de obligar a las instituciones públicas a revelar los datos relacionados al gasto de personal. “En un principio me parecía un presidente muy sometido a las presiones y demandas de la vieja dirigencia, vieja en el sentido de las viejas prácticas clientelistas y prebendarias”, afirmó.
“Si bien todavía no sabemos todos, me parece importante y me genera una expectativa positiva aunque sé perfectamente que no resuelve el problema de la eficiencia del gasto ni va a mejorar las prestaciones de los servicios que el estado tiene a su cargo”, agregó.
El analista político afirmó que poniendo en conocimiento de la gente los datos de algo “que todos sabíamos que existía que era el derroche, el despilfarro, la construcción de clientela política con el dinero público, ahora aparecen datos concretos, me genera una expectativa”.
“Será que a partir de ahora no van a haber correligionarios con sueldo sino que funcionarios cumpliendo una función que el estado tiene a su cargo en beneficio de la ciudadanía. Eso ni asoma todavía para decir que es una línea, pero el tema de la transparencia genera una expectativa positiva porque aparece como que hay una decisión de enfrentar esa situación”, acotó.
Quintana reconoce que existe la posibilidad de que la publicación de la información no sea utilizada para corregionar “sino que para atacar como una especie de bastiones de enemigos políticos, para debilitarlos”.
“Es un gobierno que en tema centrales me pareció equivocado por un discurso de confrontación, se peleaba con la dirigencia política, se peleaba con la dirigencia empresarial, se pleaba con la dirigencia sindical; y es como que va aprendiendo los desafíos que tiene la conducción política. Al principio, y esto no creo que haya cambiado y posiblemente deba ser uno de los temas centrales, le molesta la función política de un cargo que es eminentemente político y eso se nota en su forma de huir de los problemas políticos, la forma de resolver los problemas que la prensa le presenta como la examinadora del ejercicio de poder”, sentenció Quintana.
Para el exlegislador, el año que pasó fue de aprendizaje, donde se notó que la voluntad no es suficiente sino que es necesaria una gestión política que hay que hacer para vializar sus proyectos
“Si en los primeros meses en general mis expectativas eran negativas en algunos temas importantes, hoy mi expectativa es positiva. No estoy hablando de logros”, acotó.
“Se animó a tocar temas que parecería o que evidentemente en otros gobiernos no se animaron a tocar o decididamente se aprovecharon de esas características negativas del modelo de dominación política para incrementar el propio poder del grupo que estaba ejerciendo el poder”, sentenció.