“Brujo” informático fue condenado en Estados Unidos

Un Tribunal Federal de San Diego condenó a dos años de prisión a Ariel Boiteux, detenido en Paraguay por integrar un esquema de extorsión digital. Se hacía pasar por "brujo" y solicitaba fotos íntimas con las que luego extorsionaba a sus víctimas.

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En junio del año pasado, el argentino Ariel Boiteux fue extraditado a los Estados Unidos. El Tribunal del Distrito Sur de California solicitó su extradición para enfrentar los cargos de “conspiración para transmitir comunicación amenazante en el comercio interestatal” y “transmisión de comunicaciones amenazantes en el comercio interestatal y extranjero”.

Dos de sus víctimas en California se unieron para llevarlo a la Justicia y recién este lunes "el brujo argentino del amor" fue condenado a dos años de prisión por un tribunal federal de San Diego. Aún resta la condena en el resto de los países donde hay denuncias en su contra.

El ciudadano argentino fue detenido en nuestro país por integrar una red de extorsión. Montó una página web en la que ofrecía supuestos hechizos o solucionar problemas de distintas índoles. Desde dominios que fueron creados en Paraguay, Boiteux embaucó a las víctimas a través de las páginas en redes sociales “Brujo Vip” y “Amarres”.

La investigación realizada por la Unidad Especializaba contra Delitos Informáticos de nuestro país constató que el argentino les indicaba a sus "clientes" filmarse teniendo sexo, masturbándose o realizando diferentes actos sexuales y le enviaran los videos para "sellar el hechizo". Posteriormente, los mismos eran extorsionados para evitar que sus imágenes fueran divulgadas en las redes sociales.

Según los datos publicados por El diario Clarín de Argentina, entre 2016 y 2017, el acusado estafó a 200 mujeres en Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Costa Rica, Guatemala, México, España, Suiza, Italia y Estados Unidos.

Boiteux fue detenido en noviembre del 2017, cuando fue a un local de Western Union para retirar los fondos transferidos por un agente encubierto, a cambio de no divulgar un video sexualmente explícito de uno de los testigos.

El argentino era el líder de la "red internacional que extorsionaba a los creyentes en los hechizos de amor", como analista de sistemas. Integraban la banda su esposa Ivana Alejandra Fajardo (41), su madre Claudia Viviana Vargas (52) y su hermano de 15 años, quienes también están imputados.

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