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El problema es que se sospecha que la ayuda habría sido politizada por el colorado y candidato a intendente Eugenio “Papi” Sanabria. Pereira, en conversación con la 780 AM, dijo que responsable del procedimiento primeramente es la Dirección Nacional de Correos (Dinacopa) y que ellos se encargan de la apertura del banco.
Contó que los funcionarios de Dinacopa solicitaron que la filial del banco se abra hasta las 15:00 ayer, ya que generalmente se atiende solamente hasta las 13:00, en el caso de que hubiera algún inconveniente con las tarjetas, explicó. “Nosotros siempre vamos a respetar los convenios firmados, no recibo presiones de nadie, somos un banco”, manifestó a la misma emisora.
No obstante, anunció que se instruirá un sumario en la filial de Nueva Italia para deslindar las responsabilidades de la institución. Explicó que, bajo convenio, las tarjetas se dejaron en la sede de Dinacopa para que ellos las entreguen a los abuelos. El uso de la propiedad del tinglado de “Papi” Sanabria es una decisión de Correos, aclaró Pereira.
Lo cierto es que ayer casi 400 abuelitos, algunos en sillas de ruedas y otros en camillas, fueron hacinados bajo un tinglado -sin las mínimas comodidades, sillas adecuadas ni ventilación- propiedad de Sanabria, para que puedan recibir sus tarjetas para el subsidio del Estado. Desde muy temprano y bajo un intenso sol llegaron los adultos mayores con la idea de cobrar y muchos se retiraron de nuevo, debido a que ya no podían esperar más, aquejados de alguna dolencia o por el calor reinante.
Muchos de los afectados lamentaron el trato que recibieron por parte de la gente del Banco Nacional de Fomento y el propio Ministerio de Hacienda, porque el evento estaba marcado para hoy, miércoles, en la municipalidad, pero llamativamente se adelantó y se hizo en la propiedad del político colorado. El propio Sanabria dirigió ayer el acto y daba las instrucciones a los cientos de ancianitos, que soportaron todo tipo de maltratos para recibir sus tarjetas y poder cobrar.