Cargando...
Durante el primer programa televisivo “Lunes con Mina” participaron los expresidentes Juan Carlos Wasmosy (1993-1998), Luis Ángel González Macchi (1999-2003), Fernando Lugo (2008-2012) y Federico Franco (2012-2013).
Durante el panel debate, los exmandatarios opinaron sobre la gestión de Cartes. Federico Franco (PLRA) fue categórico al asignar un “cero” al actual presidente de la República en una calificación del uno al cinco, pues sostuvo que el país está “con freno de manos y en parking”.
Afirmó que en 14 meses de gobierno impulsó mayor cantidad de obras de las que realizó hasta el momento Horacio Cartes, quien ocupa el sillón presidencial desde el 15 de agosto de 2013. En otro momento, subrayó que es un perseguido de la prensa por las acusaciones por supuestos negociados bajo su mandato.
Entretanto, González Macchi (ANR) dio una calificación de 2,5 a Cartes (en escala de 1-5), principalmente por inmiscuirse en las internas del Partido Colorado. “El Presidente no debe meterse en las internas partidarias. Si en la casa estamos mal, vamos a estar mal afuera”, subrayó. Añadió que muchos de los errores de Horacio Cartes son cometidos debido a sus asesores y por la falta de liderazgo de la Junta de Gobierno del Partido Colorado para corregir los rumbos errados del gobierno.
Fernando Lugo (FG) dio una calificación de dos al actual mandatario, pese a que reconoció que aún está rindiendo “un examen parcial”. Sin embargo, criticó que “el nuevo rumbo” solo beneficie a un sector minoritario: los más pudientes. “A los banqueros les va bien, a los agronegocios; este es un modelo donde un millón de paraguayos viven bien y seis millones viven mal”, sentenció el exobispo.
Finalmente, Wasmosy (ANR) instó a dar más tiempo a Cartes para desarrollar su plan de gobierno y pidió también observar los logros de este gobierno. “En este gobierno hay transparencia”, recalcó. Dijo que en la actual administración de Gobierno “ya no se habla de robo, sino de otros problemas”. Evitó dar una puntuación a la gestión de Cartes, bajo el argumento de que no se siente “ni profesor ni maestro para calificar a nadie”.
En el debate se discutió además acerca de la reelección presidencial. Para Lugo es necesario establecer la posibilidad de que un mandatario pueda ser elegido nuevamente, a fin de “estar a tono con países de la región”. Consultado sobre si quería volver a ser presidente, primeramente respondió que no; sin embargo, seguidamente acotó que se lo replantearía si “es un pedido del pueblo” y si “la victoria es asegurada”.
Federico Franco también coincidió con Lugo en la necesidad de la reelección, sin que ésta afecte al mandatario de turno. Dijo además que es poco probable que vuelva a candidatarse. Entretanto, tanto González Macchi como Wasmosy manifestaron que su momento político ya formaba parte de la historia.
Tras el juicio político de junio de 2012, que significó la salida del poder de Fernando Lugo y la asunción en su reemplazo de Federico Franco, ambos políticos no se habían vuelvo a ver las caras. Franco, quiera era vicepresidente de la República en ese periodo, manifestó que no es una persona rencorosa y que antes del comienzo del programa dio la mano a Lugo.
En los primeros minutos del programa, Lugo habló sobre los errores cometidos durante su mandato e hizo hincapié en la figura del vicepresidente. Acotó que uno debe elegirlo para que no “le enchufen a cualquier cínico e hipócrita”, bajo la atenta mirada de Federico Franco. En ese contexto, explicó que la chapa Lugo-Franco fue una dupla electoral y no programa, cuyo fin era poner fin a la hegemonía del Partido Colorado en el poder.