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Tras la viralización del video en que Gregorio "Papo" Morales amenazaba a su capataz, saltaron más denuncias en su contra, incluso la de su exesposa Letiza Prous, quien lamentó que hasta la fecha sus denuncias nunca hayan sido tomadas en cuenta ni por la Policía ni por los jueces. Incluso, se le cortó la voz en varias ocasiones.
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"Él tiene un sistema en que amenaza a mucha gente, entonces la gente va dejando de ayudarte. Les amenaza a mis amigos, a mis padres, a mis abogados. Incluso, la primera vez que yo iba camino a la Comisaría la abogada me dijo: 'No vayas, tranquilizate'. Había sido antes de que yo recurra a mi abogada él ya le había amenazado. Nadie me quería ni firmar un escrito, nadie. Todo el mundo le tiene pavor", manifestó.
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En torno a la ayuda que recibía Papo y el poder que tenía, explicó que existía alguien más arriba que lo salvaba siempre. "Había otras personas más, no solo ministros de la Corte. Estaba vinculado a la Presidencia y era el que manejaba la Policía", puntualizó.
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Al ser consultada si se trataba de Luis Canillas, respondió que prefería no dar nombres. “Incluso, yo en su momento le llamé a esta persona y le dije que tengo un problema familiar con él, tengo hijos, 'estoy aterrada y vos te pasás protegiéndole a él'. Me respondió: ‘Es mentira, señora Letizia. Yo siempre estoy del lado de la mujer'”, expresó al respecto.
Letizia Prous afirmó que el problema no es solo “Papo”, sino que toda su familia se maneja con los mismos términos. “Vos hacés algo, vienen las hermanas, se va la mamá a la comisaría: que le va a echar a los comisarios, le llaman al fulano, el fulano llama de nuevo. Es un hostigamiento terrible”, enfatizó.
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En relación al permiso que el juzgado de la Niñez y la Adolescencia, a cargo de Lucila Bajac, interinada en ese momento por alguien de apellido Palumbo, respondió que una actuaria judicial se presentó con una orden diciendo que debía llevar a los niños junto a Gregorio Morales para un cumpleaños.
“Yo le dije: ‘¿Quién es la loca que firmó esto?’, porque yo tenía un juicio de relacionamiento en ese momento y si él quería cambiar algo debía ser dentro de ese juicio y me dijo que no, que era una medida cautelar”, relató.
“Mis hijos nunca se fueron solos a esa casa, esa casa está con piscina sin baranda, mis hijos se pueden caer y nadie se va a dar cuenta. Está llena de armas, cuando se pelean sacan todas sus armas y amenazan con que se van a matar. La orden era para que la abuela le lleve, pero yo le dije que la abuela es igual a Papo, ella también amenaza de muerte”, testimonió.
También mencionó al capataz Antonio Talavera, a quien Morales torturó, y dijo que entiende perfectamente la situación que este atravesó. “Es así como él dice, no te queda de otra porque no hay nadie que te quiera ayudar, no hay nadie, increíble es”, subrayó.
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Dijo suspirando que desde el principio ella sufrió amenazas similares a esa. “Desde que yo le conocí a él, él me apuntaba con un arma de guerra, me decía: 'Si te vas te voy a volar las piernas'. Él es una persona que está transformada por las drogas. Una cosa es él y las drogas. Sin ellas es un tipo agradable, cariñoso y compañero, todo lo que podés querer, pero después él se transforma”, declaró.
Contó que cuando lo conoció él estaba haciendo un tratamiento para dejar las drogas y las dejó, pero cuando ingresó al Penal de Tacumbú, volvió a caer. “Yo le acompañé todo el tiempo que estuvo ahí, tenía mis sospechas de que volvió a consumir, pero no podía estar segura porque lo veía unas veces por semana. Cuando salió lo comprobé y le eché de la casa porque comprobé que se estaba drogando. La gente que le rodea tampoco le ayudaba”, confesó.