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La directora ejecutiva del Centro de Desarrollo Integral para niños y adolescentes con necesidades educativas especiales (Cedinane), Sandra Barrios, explicó que esto se debe a que en el último censo de población ni siquiera se tuvo en cuenta incluir en la encuesta la pregunta sobre si existía entre los miembros de las familias paraguayas un miembro con autismo.
Además, ni el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) ni el Ministerio de Salud Pública (MSP) se han ocupado de elaborar estadísticas en base a las consultas médicas o a la existencia de niños con autismo en el aula.
Sandra, que es madre de un niño de 13 años con la condición, comentó que, en su mayoría, los niños concurren desde Asunción y Gran Asunción. Además de las clases convencionales de la educación escolar básica que proporciona la institución reconocida por el MEC, tienen talleres especializados para desarrollar su aprendizaje y fortalecer su neurodesarrollo.
El autismo es un trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
Algunos de estos talleres son de terapia ocupacional, mientras que otros enseñan habilidades para la vida, musicoterapia y rutinas básicas como comer solos o asearse, todo con el fin de volverlos cada día más independientes.
Muchos de estos niños realizan su educación escolar básica y su enseñanza especializada en el Cedinane, mientras que otros asisten a escuelas convencionales por las mañanas, acompañados de las denominadas “maestras sombra”, que son docentes que acompañan en forma exclusiva y permanente al niño en aula. Por las tardes, estos niños asisten al Cedinane para participar de sus talleres terapéuticos.
El diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista es relativo, según nos comenta Barrios, pues no precisamente el pediatra puede determinar que el niño tenga la condición, ya que “un niño con autismo es físicamente perfecto, y a través de análisis de laboratorio no se determina el autismo, sino a través de un test que se le hace al niño, una vez que los mismos padres ya se percatan de que hay algo diferente en la conducta”, explica Sandra Barrios.
Pero, como menciona la entrevistada, todo es muy relativo en cuanto al diagnóstico, porque normalmente los padres de niños con autismo recorren consultorios de varios profesionales, siguiendo recomendaciones de la gente, con el fin de encontrar respuestas.
Así, algunos terminan acudiendo al neurólogo, que, como en el caso de su hijo, que hoy tiene 13 años, fue el que concluyó que tenía autismo. En otros casos, los niños van al fonoaudiólogo, al psicopedagogo, entre otros profesionales.
El Cedinane funciona desde hace 20 años y comenzó como un emprendimiento “a puro pulmón”, totalmente privado. Desde 2012 recibe un pequeño aporte del Estado, que consiste en el 30% del gasto que requiere cada niño.
“Además, hay algunas empresas privadas que nos apoyan con recursos”, agrega Barrios.
La magíster Viviana Sánchez es fundadora del instituto. Ella se capacitó en enseñanza especializada enfocada al autismo en España y es directora de una cátedra de la Universidad Católica.
Además, la escuela cuenta con un plantel de docentes que permanentemente se capacitan en el extranjero, asistiendo a congresos sobre educación y manejo del Trastorno del Espectro Autista.
La directora ejecutiva nos cuenta que todos los niños, al ingresar a la escuela, tienen una beca de 50% del costo total en base a cálculos de los gastos de cada niño. “Hay una escala. Los padres que pueden pagan el 50% y a partir de ahí va bajando al alcance de los que no pueden”, contó Barrios, quien mencionó que siempre hay vacancia para más niños.
Los interesados en averiguar sobre el centro educativo e inscribir a sus chicos pueden comunicarse al teléfono (021) 299-001. Dirección: Auditores del Chaco Nº 2.208 esquina Profesor Cañete, barrio Trinidad.