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El juzgado a cargo de la magistrada María Fernanda García de Zúñiga tiene que enviar el pedido de desafuero al Jurado de Enjuiciamiento, para que puedan decidir si otorgan o no el desafuero al juez suspendido Alberto Sosa y pueda así afrontar el proceso penal por el cual se lo investiga.
Los fiscales Martin Morínigo y Andrés Arriola imputaron al magistrado por quebrantamiento de depósito, que según el artículo 298 del Código Penal, tiene una expectativa de pena de hasta cinco años o multa, cuando se trata de sustracción de una cosa que se le haya confiado a un funcionario público.
Según la imputación de la Fiscalía, el 30 de mayo de 2013, Sosa Vera y la actuaria Velázquez López, además del asistente fiscal Fernando Riveros, se constituyeron hasta el depósito “La Piedad” del Ministerio Público y procedieron a retirar 116 cajas de mercaderías, valuadas en US$ 1.500.000.
De acuerdo al escrito, “el juez Alberto Isidro Sosa Vera entregó mercaderías que se hallaban bajo su resguardo y responsabilidad, a las cuales tuvo acceso en su calidad de funcionario público (juez penal de garantías) sustrayéndolas de esa manera de la disposición oficial, sin que exista ninguna resolución que avale dicho acto”.
Los fiscales solicitaron al juzgado como medidas cautelares, la obligación de fijar domicilio en lugar determinado, la prohibición de salida del país, prohibición de acercamiento al juzgado penal de garantías de Luque mientras dure el proceso, y prohibición de contacto ya sea personal, telefónico o escrito con funcionarios del juzgado penal de garantías de Luque.
El juzgado de Alberto Sosa fue objeto de intervención tras el caso de la joven Camila Cabriza, quien sufrió un violento asalto frente a su domicilio y acusó un balazo en la cabeza, el 27 de mayo de este año. Se descubrió que el asaltante de la joven había sido beneficado con medidas por parte de juez Sosa. A raíz de ello magistrado fue suspendido por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados por la “facilidad”con la que otorgaba medidas alternativas a la prisión a “motochorros” que operaban en Luque.