Vehículo se incendia sobre la Transchaco

FILADELFIA. Un profesor de una escuela en la zona del río Pilcomayo atropelló uno de los innumerables baches de la ruta Transchaco y después comenzó a incendiarse su vehículo. “El daño para mí significa mucho, es invalorable”, dijo el docente.

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El profesor Vidal Ávalos de Margariño, localidad a orillas del río Pilcomayo, volvió de sus vacaciones por la Transchaco en su vehículo Nissan Mistral. Comentó que “no venía muy fuerte, me esquivé de un pozo y atropellé otro, estaba escuchando música y noté que se apagó el equipo. Y después vine un poquito más un trecho y he visto que humeaba”.

Agregó que bajó del vehículo de la Transchaco para controlar que estaba pasando y vio que el motor estaba intacto, pero en el fondo de su rodado ya empezó el fuego. Tenía un termo a mano, con eso comenzó a apagar las llamas, después camioneros que transitaban por la Transchaco, pararon y le ayudaron. 

El accidente ocurrió ayer, en el kilómetro 320, donde existen varios baches profundos.  El profesor presume que por el golpe del bache se soltaron cables de la radio, que por el negativo y positivo se toparon y empezaron a humear. “Al principio humeaba todo, después empezó a arder”, dijo. Señaló que sacó su rodado el pasado jueves del taller para llegar bien a su destino y ahora quedó con toda la parte trasera destruida. 

“Lastimosamente nuestra ruta principal, la Transchaco, deja mucho que desear”, apuntó el docente.

El vehículo no solamente quedó negro desde adentro, sobre todo la parte trasera, sino se quemaron mercadería, ropa nueva, mochilla y lo que más parecía lamentar el profesor es una cantidad importante de plantines de árboles frutales.

Compró por más de G. 1.000.000, para ampliar la huerta frutal de la escuela, porque escuchó de la crecida del río Pilcomayo y querría aprovechar la situación, porque a los alumnos demasiado les gustan las frutas de los árboles que ya plantaron.

“Gracias a Dios el agua ha llegado de a poco, días atrás, y eso es bueno para nosotros. Nosotros queremos el agua, porque nos beneficia mucho. Tenemos a la orilla la huerta escolar y cuando el agua entra en el canal, de por sí humedece la zona y de por sí crecen bien los árboles frutales”, explicó.

Los años 2017 y 2016 solo había entrado un pequeño repunte, después se cortó todo. Algunos de los árboles sufrieron tanta quemadura por el accidente, que ya tuvo que descartarlas.

Vidal Ávalos enseña desde el 2000 en la escuela básica Nº 4078 de San Pablo, Margariño, a orillas del Pilcomayo. El año pasado tuvo 36 alumnos y espera que este año se inscriban más estudiantes. 

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