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El avión comercial pertenece a la compañía alemana Lufthansa y es considerado uno de los más grandes del mundo. Al respecto, el administrador del aeropuerto, Fernando Gallardo, señaló que el Silvio Pettirossi está preparado para recibir a este tipo de aeronaves ante cualquier inconveniente, durante los 365 días del año.
Agregó que el aterrizaje repentino del Boeing 747-800 cerca de las 9:40 de este lunes "solo se debió a que en la pista de Ezeiza había derrame de líquido hidráulico provocado por otra compañía aérea", explicó el funcionario.
También indicó que el avión tenía 350 pasajeros que permanecieron a bordo ya que el mismo estaría por poco tiempo en la terminal ubicada en la ciudad de Luque.
"Se reabasteció de combustible y volvió a despegar alrededor de las 11:00, cuando ya recibimos la información de que la pista de Ezeiza estaba limpia y condiciones de recibirlo", puntualizó Gallardo.