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En este caso es importante evitar que las armas de fuego lleguen a manos de personas que están bajo efectos del alcohol, o niños. En las fiestas del año pasado, no se registró en Paraguay ninguna víctima por balas perdidas, por lo que se espera que el comportamiento ejemplar se repita.
No obstante, se deben recordar los casos. El precedente más negro es el caso de la niña Paz Valentina Vera Arce (3), quien murió a causa de una bala perdida que recibió en los primeros minutos de la Navidad de 2012. El hecho ocurrió en la casa de la víctima ubicada en el barrio Santa María de la capital. El disparo se efectuó a cuadras de su vivienda.
La Policía Nacional insta a que durante el festejo, prime la prudencia. Se pone especial énfasis, además del tema de las balas perdidas, en la manipulación de petardos y la ingesta de alcohol.
Se recomienda que las bombas y los petardos sean explotados en sitios aireados y los niños estén custodiados celosamente por los adultos.
Uno de los principales consejos consiste en evitar conducir luego de la ingesta de alcohol, puesto que estudios efectuados en distintos países del mundo comprueban que el consumo de bebidas y la imprudencia a la hora de conducir un vehículo son factores decisivos con marcadas influencias en la materialización de accidentes de tránsito.
Recuerda que un percance vehicular, además de ocasionar pérdidas de vidas humanas, también provoca daños valuados en millones de dólares anuales.