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En el centro de Asunción, unos 150.000 automóviles saturan las calles y contaminan con ruido y humo negro la ciudad. Saliendo del microcentro, la ciudad entera recibe a unos 300 mil vehículos que colapsan totalmente las vías de circulación.
Profesionales de la Comuna dicen que la única solución es un sistema masivo de transporte público, que actualmente consiste en cientos de buses “chatarra” que contaminan el ambiente con la constante emisión de humo negro.
Una estadística dada a conocer por la Asociación de Propietarios y Operadores de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa) muestra que el combustible que más se vende es el diésel común y le sigue la nafta común. Son los más contaminantes.
El combustible diésel común contiene azufre hasta 4.000 partes por millón. Es el metal que más contamina el ambiente. El diésel especial, que es el más caro, tiene hasta 500 partes por millón de azufre.
El diésel común es el que consumen los colectivos, vehículos particulares (en su mayoría) y maquinarias agrícolas, por lo que el humo negro que genera este combustible está constantemente en el ambiente.
Según un informe presentado por la Fundación Mario Molina y Petrobras, en el 2010, en la capital del país se detectaron valores de bióxido de azufre (SO2) muy por encima de los valores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda no más de 20ug/m3, mientras que en la capital se registran valores de 45 ug/m3.
Las zonas más críticas son, por ejemplo, las calles Colón, Azara, EE.UU. y avenidas con gran carga de automóviles como Eusebio Ayala. De los 300.000 automóviles que ingresan a la ciudad, en todo este año se ha multado por humo negro a unos 560.