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“Contra viento y marea”, fieles acampan en las inmediaciones del Santuario de Caacupé. La “mojada” vigilia se antepone a la Santa Misa que celebrará el Santo Padre, este sábado a las 10:00.
Una importante cantidad de fieles llega durante la noche al popular santuario que tiene como patrona a la milagrosa Virgen de Caacupé. Muchos de ellos ingresaron poco después del mediodía, apenas habilitado su acceso a la gente. Entre ellos, fieles provenientes de la Argentina se caracterizaron por llegar a tiempo y tomar las primerísimas filas.
Feligreses de ciudades como Ciudad del Este y Villarrica también aseguraron buenas ubicaciones, instalando pequeños campamentos frente a los locales comerciales más cercanos.
Con guitarras en manos, aplausos, canciones festivas y mucha emoción, se puede ver a varios movimientos juveniles anteponerse con alegría el inminente encuentro con el Vicario de Cristo.
Entre ellos, hermanas religiosas y sacerdotes misioneros también se suman a la algarabía. Uniendo un par de bromas al recorrido pasan las horas, a la espera de Francisco.
Durante la vigilia se observa también la incansable labor de los “cordones humanos”, compuesta por al menos 5.000 jóvenes que se encomiendan a la misión de “servidores”. Con altas expectativas -y la seriedad que merece el caso- los muchachos y las chicas permanecen parados y atentos, en las divisorias de cada sector.
A los animados argentinos, también se oyen algunos acentos brasileños. Adultos acompañan a sus niños, quienes también demuestran una especial algarabía, mientras sostienen las banderas y carteles con la imagen papal.
Todo indica que la masiva celebración conlleva una carga emotiva diferente a la peregrinación de Caacupé, aquella que se realiza cada 8 de diciembre. La ilusión por ver al Papa, esta vez, es la llama que aviva la euforia de tantos católicos, que ya aguardan al Santo Padre. Contra llovizna y viento, contra la incomodidad y el frío, contra el hambre y la sed.