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Los asaltantes llegaron en un automóvil Nissan, del cual descendieron dos hombres -uno a cara descubierta- y armados que redujeron a los funcionarios y se llevaron todo el dinero que había.
Informes preliminares daban cuenta de que el botín fue de G. 150 millones. Posteriormente, el comisario Víctor Ortiz señaló -en base a datos proporcionados por las víctimas- que el monto fue de G. 270 millones. Se dio aviso a la Policía, pero los asaltantes consiguieron huir sin inconveniente alguno.