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La tradicional feria comenzó el pasado 12 de octubre y se prolongó hasta el 17 del mismo mes. La comisión organizadora, encabezada por la directora de Cultura, Beatriz Arrúa, además del acompañamiento de otros directores, funcionarios y concejales de la Comuna luqueña, previó un gasto de G. 500.000.000 para la organización del evento.
Luque es conocida como "la ciudad de las joyas y la música", por la gran cantidad de orfebres y fabricantes de instrumentos musicales que trabajan en este distrito. Sin embargo, la Expo Luque 2018 estuvo minada de unos 35 locales gastronómicos y de bebidas, de electrodomésticos, automotores, ventas de motos, de plantas, bijouterie y cosméticos, entre otros.
"En la carpa de los artesanos" solo estuvieron tres joyeros, un expositor de trabajos en madera, otro de piedras, cuatro tiendas de artículos hechos a base de tejidos, además de algunos locales de productos de cuero y reciclados.
Al respecto, José Villar, fabricante de artículos de madera de larga trayectoria, dijo que no participó de la exposición porque la organización no tenía la verdadera intención de destacar a los artesanos locales. "Me siento indignado. Primero, cambiaron de lugar para la Expo y, segundo, en la plaza hay lugar al que llamamos el paseo de los artesanos y ahí fueron colocados puestos de comida y nosotros estaríamos en cualquier lugar", señaló molesto José.
Por su parte, Gustavo Quintana, de la Coordinadora de Artesanos de Luque (CAL), señaló que los joyeros de la ciudad se sintieron atropellados por Beatriz Arrúa, haciendo referencia también a la ocupación de locales gastronómicos en el sitio indicado.
Según manifestó Arrúa, la decisión de realizar la Expo Luque 2018 en la plaza Mariscal López fue tomada en base una encuesta hecha en plataformas digitales de la Municipalidad, donde un 72% votó por la plaza y otro 28% por el patio de la Comuna. Justificó el millonario presupuesto destinado diciendo que "mantuvieron el mismo nivel en sonido y calidad de artistas".