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Luego de una serie de reuniones con Obdulia Florenciano, madre del policía secuestrado Edelio Morínigo y con pobladores de las comunidades menonitas de Río Verde (donde fueron secuestrados y luego liberados Franz Wiebe y Gerardo Wall), Manitoba (comunidad del aún retenido Abraham Fehr) y Nuevo México (también acosada por el EPP), el ministro indicó que lo que realizaron fue “un acercamiento nuestro que es una misión indudablemente necesaria y hasta obligatoria si se quiere de llevar a los familiares el respaldo y apoyo del gobierno y el compromiso de seguir luchando por supuesto contra el grupo criminal que los compatriotas sean liberados muy pronto sanos y salvos”.
Sin embargo, las acciones del gobierno respecto a los secuestrados no pasan de “promesas” y “apoyo” que no sirven siquiera para calmar la desesperación de los familiares de los retenidos por el EPP. Los parientes de Fehr por ejemplo, incluso creen que el menonita está muerto ya que hasta ahora no han habido pruebas de vida. El joven Wiebe, sus familiares y propios pobladores de comunidad, tanto para su liberación como incluso luego de ella, se vieron obligados a cumplir los caprichos de los delincuentes.
“Fue una tarea muy difícil porque estamos por supuesto compartiendo la intimidad de estas familias que sufren la ausencia de sus seres queridos”, agregó el ministro, sin embargo las autoridades en todo este tiempo aún no estuvieron ni cerca de lograr un rescate y las esperanzas de los familiares de los secuestrados hasta ahora se reducen más a la voluntad de los delincuentes que del gobierno.
Rojas también indicó que intentaron disuadir a Ña Obdulia de que no asuma una medida extrema como es la crucificción, algo a la que la empuja también la desesperación de no saber nada hace tiempo de su hijo, que está en manos del EPP hace 993 días.
Remarcó que el martes le propusieron a la madre de Edelio una reunión junto con el fiscal Joel Cazal y su nuera, Elisa Ledesma, para analizar la situación y tratar de aplacar la angustia. ”Por supuesto le hemos planteado de desistir la idea de la crucificción que más bien sería una suerte de presión de ella, pero que nosotros somos conscientes de lo que ella está pasando y le hemos pedido su apoyo y colaboración porque también (sic) no aportaría nada que ella tome esa decisión, entonces ella ha admitido la posibilidad de dejar sin efecto eso”, remarcó Rojas.
“Nosotros tampoco podemos obligarla a que no lo haga, pero si hemos llevado una posición firme y contundente de apoyo permanente y de asistencia que siempre lo hacemos, y el compromiso de seguir acompañándola en la difícil situación que pasa como madre”, apuntó.
Por último, indicó que en el diálogo con los menonitas, “ellos han negado rotundamente la intención de dejar el país”, pese a que existen colonos que han admitido públicamente esa posibilidad, más aún luego del secuestro de Wiebe y Wall.
Tampoco hay que olvidar a Felix Urbierta, quien ya cumple 163 días en manos de sus secuestradores.