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Paseros, fleteros, estibadores y comerciantes de Clorinda se organizan para realizar una serie de cortes de ruta a fin de protestar contra los problemas que sufren “los miniimportadores” del lado paraguayo, informó la corresponsal de ABC Color Rocío Portillo.
Al mismo tiempo, paseros se mantienen en permanente vigilia en los alrededores del puesto aduanero de Vista Alegre, a la espera de que se inicien los cortes en el vecino país para realizar lo mismo en ese lugar y en otros puntos fronterizos. Los paseros vienen manifestando desde hace tiempo su disconformidad con el nuevo sistema aduanero implementado desde abril pasado, por el que deben contar con una serie de habilitaciones sanitarias para poder importar los productos que habitualmente traen desde la Argentina.
Para la Aduana no existe ninguna necesidad de cambiar los sistemas de importación que se tienen y con los que trabajan los comerciantes menores y trabajadores de frontera. En ese sentido, el despacho menor de importación (que permite el ingreso de mercaderías hasta por valor de US$ 10.000) y el despacho fronterizo (por valor de US$ 150 por día para productos de consumo familiar) no sufrirán modificaciones desde la Aduana, aseguraron ayer.
Si bien el reclamo que realizan los trabajadores es contra el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) y la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), para que flexibilicen sus exigencias en el ingreso de productos de las zonas fronterizas de Argentina o Brasil, la posición aduanera es que la entidad no modificará ningún artículo que guarde relación con los decretos N° 2.430 y Nº 2.431, que reglamentan los ingresos de estas mercaderías.
Según señalan los paseros, de los US$ 10.000 de mercadería que están habilitados a importar, solo pudieron ingresar el equivalente a US$ 2.000. Meses atrás, el anuncio de la entrada en vigencia de este nuevo sistema había desatado una serie de manifestaciones de los paseros, que alegaban que se les pedían muchos más requisitos que a los importadores mayores y que esto atentaba contra su trabajo. El titular de Aduanas había considerado en la oportunidad que la protesta de paseros obedecía a que los mismos se resistían a la formalización. Indicó que los propios comerciantes pidieron el sistema que cuestionaban y adelantó que el mismo ya es “irreversible”.