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El departamento de Cordillera fue uno de los más golpeados por los tornados del fin de semana pasado, puesto que unas 3.000 familias resultaron afectadas. Según el gobernador Carlos María López, también ocho escuelas terminaron dañadas. “Estamos ayudando de acuerdo a las posibilidades de la Gobernación, no es tampoco tanto el presupuesto que tenemos. Luego de las inundaciones quedaron como G. 100 millones para emergencias”, señaló.
Sobre la asistencia de otros organismos del Estado, el gobernador manifestó que durante las inundaciones solicitaron incansablemente alguna ayuda de la Secretaría de Emergencia Nacional, pero supuestamente no obtuvieron respuesta alguna a los pedidos. “Ya es más rápido gestionar ayuda por nuestra cuenta, ya que las otras veces nunca tuvimos respuesta”, lamentó en contacto con ABC Cardinal.
Itacurubí y Santa Elena fueron las ciudades más afectadas de Cordillera durante este fenómeno climático. “Hemos trabajado con la Policía Nacional, el Ministerio de Educación y la ANDE, que fue la que obtuvo mayores pérdidas”, señaló.
Por otra parte, puntualizó que unas 3.000 chapas y víveres ya fueron entregados como primera medida de urgencia en este departamento.