Cargando...
Porfirio Escurra, propietario de una tapicería ubicada en la misma cuadra en que se encuentra la pizzería asaltada, vecino de la zona hace más de 30 años, relató que la falta de luz en la zona genera, además de inseguridad, numerosos accidentes de tránsito.
“Hace tiempo que estamos con este problema. Estuvimos muy contentos cuando pusieron esta avenida y las columnas, teníamos mucha luz, pero después de los accidentes quedamos otra vez sin luz. Hace mucho tiempo que estamos así. Siempre de noche o fines de semana hay accidentes de vehículos que echan nuestras columnas y nunca más se levantan”, comentó.
Los vecinos cuentan que la calle es tan oscura que precisamente la pizzería asaltada, con sus luces encendidas, cumplía la función de iluminar al menos un breve sector. Pero después del asalto que terminó con la muerte del ladrón, su dueño Richar Darío Enríquez y su familia tienen miedo, y no volverán a abrir las puertas.
Lea más: Adiós al sueño de la pizzería
Escurra explicó que están cansados de llamar a la ANDE para hacer los reclamos de reposición de alumbrado público, sin que nadie se ocupe de atenderlos.
“Ya llamamos demasiadas veces para hacer los reclamos y nadie nos hace caso. Acá también están estas columnas en el medio de la calle, que la ANDE hace rato tenía que haber venido a retirar y no vienen, apenas pueden pasar los autos ahí”, indicó, al tiempo de señalar tres postes ubicados en el medio de la calle Juan Ojeda casi avenida Américo Pico.