Cargando...
El pasado domingo, la zona donde reside María Teresa Robbiani, en las calles General Bruguéz y Mariscal Estigarribia, se encontraba sin energía eléctrica. Ya en horas de la noche, funcionarios de la ANDE llegaron a la zona y se dispusieron a realizar las reparaciones. Uno de los técnicos subió a la columna sin ningún equipamiento de iluminación y seguridad para las alturas, poniéndose en total riesgo.
Según refiere la ciudadana, el funcionario no tenía casco con linterna y mucho menos un arnés que lo pudiea sostener en caso de caer. La escasa iluminación que recibía provenía de una débil linterna con la que lo iluminaba un compañero desde el suelo.
Indignada, María Teresa Rubbiani, quien reside en el edificio Casa Parque, subió a su balcón y, con dos linternas en mano, iluminó al trabajador durante las dos horas que realizó los trabajos de reparación.
Pese a todos los esfuerzos realizados por el funcionario, no se logró restablecer el suministro eléctrico. Recién al día siguiente, a la luz del día, tres cuadrillas de la ANDE llegaron hasta la zona y repusieron la luz en la zona.
Más allá de las molestias que ocasiona la interrupción de la electricidad, la ciudadana se pregunta cómo es posible que las autoridades de la ANDE envíen a un hombre a trabajar a las alturas y en la oscuridad, sin los elementos de seguridad que deberían ser obligatorios. “Si sucedía un accidente ahí iban a lamentarse los de la ANDE”, reclamó.