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El anciano ya no puede manejarse solo y necesita de una atención especial, pero sus cuatro hijos lo abandonaron supuestamente por su mal comportamiento y porque era alcohólico, según relatan los vecinos.
Sin embargo, Alberto Barreto, un joven del vecindario, dice que suele ir a bañarlo y cuidarlo cada vez que puede, pero eso no ocurre muy seguido por lo que el anciano pasa días sin higienizarse y muchas veces sin comer.
El hombre, muy lúcido, afirma que sus hijos saben de su situación delicada, pero que no vienen a verlo. Agregó que algunos están en el norte del país y otros en Ciudad del Este, pero no quiere entran en detalles de su relación con ellos.
Giménez cobra un pequeño monto del programa de la tercera edad, el 50 por ciento gasta en pañales y el resto en alimento. Los vecinos resaltan que el anciano pasa muchas necesidades, aparte del dolor que siente en la cadera y que algunas noches no duerme de tanto dolor.
Si los vecinos no le llevan los alimentos en ocasiones pasa hambre, por lo que piden que alguna institución se haga cargo del anciano o sus hijos vengan a cuidarlo.