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La organización por los derechos humanos Amnistía Internacional informó a ABC Color que se comunicó con la defensora general del Ministerio de la Defensa Pública, Selva Morel, quien había comentado en un mensaje de la aplicación Whatsapp que “aplaudía” la operación Cóndor si uno de sus hijos o nieto tiene “tendencia” a una diversidad sexual que ella calificó como “contra natura”.
En la llamada telefónica, la directora ejecutiva de la organización Amnistía Internacional, Rosalía Vega, contó a ABC Color que primero le consultó a la defensora si realmente había hecho ese comentario, pues era primordial corroborar la veracidad de la denuncia.
La propia Selva Morel admitió que sí había hecho el comentario, pero “a modo de broma”.
Ante esto, la activista de Amnistía le aclaró a la funcionaria que ella es una representante del Estado y que, como tal, lo que diga puede ser interpretado como postura institucional. Vega le recalcó además que los derechos humanos “no son un chiste”, por lo que le pidió que hiciera una aclaración pública de sus dichos.
Pero la defensora se negó a recapitular e insistió en que solo era una broma que realizó en un grupo de Whatsapp.
Es por esto que, ante las graves denuncias públicas referentes a la declaración de la defensora general del Ministerio de la Defensa Pública, Selva Morel, en las que reivindica el uso de la Operación Cóndor para atacar a las personas LGBTI, Amnistía Internacional Paraguay le pide que retire sus dichos inmediatamente.
Por otra parte, Amnistía Internacional Paraguay recuerda a cualquier autoridad y funcionario público que los derechos humanos son un tema de suma seriedad en cualquier país y que es “inaceptable” reivindicar la “Operación Cóndor” contra cualquier estrato social.
La Operación Cóndor fue un cruel esquema de violaciones de los derechos humanos de miles de personas en toda la región, y reivindicarla es para Amnistía internacional “por demás reprochable”.
La organización recuerda también que el Estado “está obligado a respetar los derechos humanos de todas las personas”, para lo cual debe evitar fomentar desde sus propias autoridades el odio e intolerancia “para sectores históricamente vulnerados en Paraguay”.