Amigos son los amigos

A veces, la amistad es fácilmente confundida con “amiguismo”, sobre todo cuando se mezcla poder y se está en el gobierno. El mandato de Horacio Cartes es casi un ejemplo de cómo los “amigos” están en las buenas y se cubren en las malas.

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Ya lo dice el adagio: "Paraguay es el país de los amigos". El mandato del presidente Cartes fue en estos casi cinco años un ejemplo.

Las amistades más íntimas del presidente Horacio Cartes no precisamente están ligadas a actividades altruistas. El primer ejemplo que salta a la luz es el de quien más que un amigo considera su “hermano del alma” y socio, Darío Messer.

Pese a ser un prófugo de la justicia brasileña y paraguaya, buscado por lavado de dinero y otros delitos, goza hasta el momento al menos de la inacción cómplice -por no decir protección- de las autoridades nacionales, ya que en más de dos meses de tener orden de captura internacional, se ha realizado apenas un allanamiento, mientras su abogado afirma que el amigo del presidente está en Paraguay.

Messer está vinculado al mayor esquema de sobornos y lavado de dinero de la historia reciente del Brasil, en el caso conocido como “Lava Jato” y es descrito como el líder de los “doleiros”, cabeza del megaesquema para lavar el dinero fruto de la corrupción.

A partir de la asunción de Cartes, Messer se radicó en nuestro país y se sospecha que desde aquí dirigía la estructura criminal de lavado, según investigación de las autoridades brasileñas.

Autoridades bancarias advirtieron -mucho antes del pedido de captura de Brasil- las sospechosas transacciones del hermano del alma del presidente a través de bancos nacionales. Sin embargo, la Seprelad hizo caso omiso a las alertas.

Messer incluso integró comitivas oficiales del gobierno a Israel, y fue vinculado a varios intentos de negociados en nuestro país con aval del gobierno. Uno de ellos, la intención de instalar un hotel casino en terreno de Aduanas en Ciudad del Este, en connivencia con otros allegados del Ejecutivo.

La amistad entre ambos data al menos de los años 80 cuando la familia Messer y específicamente el padre de Darío, Mordko, acogió en Brasil a Cartes, cuando este estaba prófugo por evasión de divisas en nuestro país.

Recientemente se reveló que Messer y Cartes no solo son amigos sino también socios en la empresa Inversiones Tournon Panamá, a través del presidente del exbanco Amambay, hoy banco BASA, Eduardo Campos Marín.

Otros de los “íntimos” y protegidos del presidente Cartes es el cuestionado dirigente luqueño Óscar González Daher, el único senador en la historia de nuestro país expulsado del Congreso por tráfico de influencias.

Cartes demostró su respaldo incondicional ubicándolo en el quinto lugar de la lista de Honor Colorado, lo que le aseguró un ingreso tranquilo para este periodo parlamentario, pese a que sigue con el proceso penal abierto en su contra por tráfico de influencias cuando era presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).

De hecho, en uno de los cientos de audios filtrados, González Daher demostró que era íntimo de Cartes, a tal punto de ser uno de los que influía en la eventual elección de Fiscal General del Estado. En otros extractos de conversaciones, se menciona que Cartes tenía una foto de su amigo y su mamá en la “mesita de luz de Mburuvicha Roga”.

Juan Carlos López Moreira forma parte del círculo más íntimo del gobierno, incluso desde antes, en la etapa prepolítica como empresario de Cartes. El jefe de Gabinete del presidente es representante de muchos de los temas de gobierno y con tal influencia es imposible que su nombre no salte ligado a presuntos negociados desde el Estado.

Cuidando siempre de no estar ligado directamente, López Moreira suele ser nombrado en diferentes casos. Por ejemplo, en recientes publicaciones de presuntas vinculaciones con empresas beneficiadas con jugosas asignaciones desde Yacyretá.

Siempre ligado a través de terceros, el ministro López Moreira también es vinculado a un presunto negociado en la concesión irregular para la explotación una mina en Paso Yobái, en busca del preciado oro.

Eduardo Heisecke Mazó, socio comercial del amigo del presidente, fue grabado solicitando dinero para solucionar un conflicto judicial con una empresa internacional a la que finalmente, de manera dudosa, se le quitó la explotación de la mina para favorecer a un dudoso concesionarios.

El nombre de López Moreira también aparece en un presunto intento de negociado en la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), en ese caso junto con el primo del mandatario, Gerónimo Viveros Osnaghi. De vuelta a través de un socio, López Moreira y Viveros Osnaghi habrían tratado de hacerse con el millonario y fructífero negocio del estacionamiento tarifado en el predio del aeropuerto Silvio Pettirossi.

Oficialmente, Ortiz figura como gerente de la tabacalera del presidente Horacio Cartes y ni los propios referentes del cartismo saben describir su relación con el gobierno, ya que algunos afirman que no tiene injerencia, mientras que otros lo definen como “asesor ad honorem”.

Su peso en el poder quedó evidenciado sobre todo en los fatídicos incidentes de las protestas contra la reelección el 31 de marzo de 2017. Ortiz figura en los cruces de llamada con el entonces Comandante de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo. Se comunicaban permanentemente desde los inicios de los incidentes frente al Congreso hasta minutos antes del mortal atraco ilegal a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico, donde a Policía Nacional mató al joven Rodrigo Quintana.

Desde el gobierno intentaron justificar estas conexiones telefónicas, diciendo que simplemente llamaba como un “empresario preocupado” por la situación. No fue la única vez que se menciona su injerencia en el caso "31M".

También es mencionado en audios filtrados, el exsecretario del JEM, Raúl Fernández Lippmann y el abogado y exministro del Interior Carmelo Caballero. Mencionan una reunión con Ortíz en su yate y que este le insistió sobre la urgencia de que se impute “a todos los del Congreso”, presumiblemente refiriéndose a senadores y referentes políticos de la disidencia por la quema del Congreso.

En su rol de “empresario”, Ortiz fue el principal operador contra la propuesta de aumento del impuesto al tabaco en el Congreso. El amigo cercano del presidente logró finalmente que se apruebe un aumento ínfimo, operando sobre todo en Diputados donde el cartismo tiene mayoría holgada.

Canillas, quien percibe un jugoso sueldo en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) empezó a destacarse como un incondicional para impulsar cualquier acción que considere oportuna el Ejecutivo. Ganó relevancia a los ojos de Cartes por ser el que impulsó una denuncia por supuesto intento de “magnicidio” contra el mandatario, basándose en mensajes de un grupo de WhatsApp de senadores de la disidencia.

Durante los incidentes del 31M, Canillas es otros que aparece en constante contacto con Sotelo, también en los momentos álgidos de la actuación policial. Como si faltaran pruebas de su injerencia en la Policía, el mismo recibió un reconocimiento por su “aporte” a la institución policial.

Finalmente, en una de las imágenes más tristes de este “amigote” del presidente, el mismo se filmó en una reunión entre tragos y euforia, insultando vulgarmente una figura corpórea de la senadora Desirée Masi y otros referentes de la oposición a Cartes, azuzado por el seccionalero Hirán Delgado Puentes, conocido como el “Padrillo republicano”, otro premiado en la Binacional sin mayor mérito que hacer audios virales.

La exministra de Corte y actual vicepresidenta de la República, Alicia Pucheta, se jugó en al menos dos ocasiones a favor de Horacio Cartes, con la ilusión de ser la primera mujer presidenta del Paraguay, cosa que nunca ocurrió.

Pucheta renunció como de la Corte Suprema de Justicia -pese a tener aún años por delante para seguir en el cargo- para asumir la vicepresidencia, con la promesa de alguna vez llegar a dirigir el país, si se aceptaba la renuncia de Cartes para que asuma como senador, algo que no ocurrió.

Anteriormente Pucheta ya había demostrado lealtad, siendo parte del  fallo que habilitaba a Cartes para ser candidato a senador pese a ejercer la presidencia de la República y además contar con el impedimento constitucional de la "senaduría vitalicia". Finalmente el devenir político impidió que tanto Cartes como Pucheta concretaran sus ambiciones políticas. 

La obsecuencia fue una cualidad muy valorada e incluso premiada durante este gobierno. Quienes no ponían peros al mandatario en sus caprichos -sobre todo el de su afán de releección-, fueron siempre premiados.

Entre varios nombres se destacan los de Pedro Alliana, que llegó a presidente del Partido Colorado de la mano de Cartes, ya que desde un inicio se destacó elogiando la gestión de Cartes e insistiendo en habilitarlo constitucionalmente para otro periodo presidencial.

Junto con referentes del Partido Colorado como el senador Juan Darío Monges, Lilian Samaniego y otros, impulsaron el papelón del “firmatón”, una recolección de firmas -muchas de ellas falsificadas- para solicitar la reelección.

Al fracasar esa iniciativa, intentaron hacerlo atropellando el Congreso, hasta que finalmente el ahora vicepresidente electo Hugo Velázquez se opuso desde Diputados, lo que marcó su paso a la disidencia.

Otro que se destacó por su sumisión a Cartes fue el exministro de Salud y actual senador Antonio Barrios. Estando aún al frente de la cartera sanitaria, minimizó los efectos negativos del tabaco sobre la Salud.

Todos los gremios médicos salieron a desmentirlo, recordando incluso acuerdos internacionales suscritos por nuestro país para reducir el consumo de cigarrillos. Posiblemente esta postura le valió un puesto privilegiado en la lista para el Senado.

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