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“Si yo muero, ellos mueren”. Esa había sido la advertencia lanzada por el siempre controvertido político colorado Magdaleno Silva en setiembre pasado, luego de haber sido blanco de un atentado en el que desconocidos balearon el local de su radio mientras él se encontraba en el interior del predio.
“Te aseguro que tengo los medios para hacer. Si ahora mismo le digo a mi gente: 'Vamos a ir a acribillarle a esta persona', se va a armar un bochinche, una guerra sin cuartel”, afirmaba fehacientemente Silva en un audio que circuló luego del atentado y que motivó a que el intendente de Yby Yau, Elvio López, le suplicara públicamente que lo dejara vivir. El mismo jefe comunal decidió huir hacia la zona de Pedro Juan Caballero luego de que se confirmara la muerte de Silva por miedo a represalias en su contra o contra su familia.
Al parecer, las palabras de Magdaleno no estaban muy alejadas de la realidad. Desde que se confirmó su muerte como consecuencia de los tiros que recibió durante un ataque realizado por sicarios, al menos dos de sus familiares amenazaron ya a personas identificadas con la línea política opositora al fallecido.
El primero en recibir una amenaza fue el doctor Arsenio Fretes, propietario del Centro Médico Yby Yaú, donde se constató el deceso de Magdaleno y su hijo Fernando. En medio del ajetreo y mientras aún atendía a ambos, el galeno fue confrontado por Tito Silva, hermano de Magdaleno, quien prácticamente lo señalaba como culpable del atentado y desenfundó un arma. Silva llegó a gatillar, pero el revólver no percutió, lo que fue aprovechado por el médico para huir.
Fretes había ocupado el puesto de director del centro de salud local entre 2003 y 2007. Sin embargo, como no se alineó entres los fieles a Magdaleno Silva, el entonces diputado consiguió que lo sacaran del cargo para poner a un viejo amigo. Últimamente, estaba activando con el grupo encabezado por el diputado Alsimio Casco.
Precisamente, otro de los que recibió amenazas por parte de la familia Silva fue el legislador.
En conversación con ABC Color, Casco afirmó que en horas de la tarde-noche del martes, un sobrino del asesinado político colorado (hijo de Tito Silva, quien amenazó al Dr. Fretes) llegó a su casa y a gritos comenzó a proferir algunas amenazas.
“Se fue a gritarme en la calle, queriendo entrar en mi casa”, relató el legislador que es también oriundo de la ciudad de Yby Yaú. “Gritaba diciendo que nosotros íbamos a pagar las consecuencias de lo que le pasó a su tío”, agregó. Si bien dijo no acordarse bien del nombre de la persona que realizó las amenazas, aseguró que el mismo es funcionario de la Secretaría de Acción Social (SAS).
Casco manifestó que ante esta situación, decidió viajar en compañía de toda su familia hasta la capital por temor a lo que pueda llegar a ocurrir.
Cuando se le preguntó si tenía información o había escuchado algún rumor sobre la posibilidad de alguna especie de vendetta, Casco señaló: “Nosotros dudamos mucho porque el señor Magdaleno lo que le transmitía a su gente, a sus familiares, es que si le pasaba algo que nosotros estábamos detrás de ese caso. Eso le hacía creer a su gente”.
Reconoció que ante todo esta situación teme por lo que pueda llegar a ocurrir, más aún atendiendo a que el Dr. Fretes, quien también fue amenazado, además de trabajar con su equipo político es su amigo y compadre.
Casco recordó que fue amigo de Silva durante varios años y que incluso acompañó su candidatura para la Cámara de Diputados en 2003. Sin embargo, según relató, las diferencias comenzaron cuando él decidió dejar el nicanorismo para apoyar la candidatura de Luis Alberto Castiglioni de cara a las elecciones generales de 2008. “Desde que nos separamos políticamente, yo he ganado todas las elecciones por eso quedó esa especie de resentimiento”, puntualizó.
“Ese era el enfrentamiento que nosotros teníamos, un enfrentamiento político; pero yo creo que todo el mundo se está dando cuenta que esto no va a ser por cuestiones políticas. El modus operandi, la forma en la que se hizo, fue algo grande, una organización muy poderosa”, sentenció.