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Villalba fue llevada de su casa ayer, alrededor de las 11:00, en el barrio Nazareth de Asunción. Dijo que dos mujeres la abordaron y “le invitaron” a subir a una camioneta doble cabina. Desde allí quedó en estado de shock, según dijo este lunes a ABC Cardinal el subcomisario Jorge Olmedo, jefe de Operaciones de Antisecuestro de Policía.
La secuestrada agregó que las tres mujeres (una conducía la camioneta) le amenazaron con armas blancas. En otro momento, dijo que la trataron bien pero que recibió constantes amenazas. Este lunes incluso surgió un supuesto mensaje que la mujer habría enviado en momentos en que estaba secuestrada. El subcomisario Olmedo dijo que investigarán las dudas que surgen tras el caso, porque la sexagenaria tuvo que estar dentro de un vehículo cinco horas y en algún momento debieron haber cargado combustible. Además, Villalba agregó que la doparon, aunque no contó cómo.
Cuando estaba en el vehículo escuchó que ella no era el verdadero objetivo de las delincuentes, sino su hermana Gloria Villalba, esposa del empresario Jorge Nasta, gerente de ventas de “Lincoln SA”. Según las fuentes investigativas, como no era la persona a quien tenían planeado raptar, la liberaron cerca de las 17:00 en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Asunción. Previamente, le dijeron que tenía que abordar un bus que le acercara a su casa y luego contactara con sus familiares. La mujer obedeció y subió a un ómnibus que le llevó hasta las cercanías de la sede del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
Cuando bajó caminó unas cuadras y luego se comunicó con su hijo Erich Eduardo Rothkegel Villalba (31) para avisarle dónde estaba, según la Policía. El joven abordó su automóvil y fue a buscarla a la dirección donde le indicó. Al localizarla, ella subió al rodado y fueron hasta su domicilio, donde le aguardaban sus demás parientes.