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Alumnos del Colegio Nacional Tarumá, de la compañía del mismo nombre del distrito de Abaí, se declararon en huelga general desde ayer, 4 de abril, exigiendo la renuncia de la profesora Liza Ofelia López Ramírez, quien hace un mes aproximadamente decidió no volver a dicha institución, quedando a realizar labores en una oficina de supervisión de la ciudad de Abaí.
Los alumnos comunicaron la decisión de ir a huelga general mediante una nota remitida al director de la institución, Elvio Larrea; al supervisor de control administrativo de Abaí, Guzmán Paiva Aguayo; a la supervisora de apoyo técnico y pedagoga, nivel 2, Antonia Morel de Vázquez, y a Berta Mabel Benítez, supervisora de apoyo técnico nivel 1.
Según los datos, la docente que abandonó su puesto de trabajo enseña varias materias con 125 horas cátedra en turno mañana: castellano, historia y geografía, educación vial, política y educación financiera. El director de la institución, Elvio Larrea, informó a sus superiores que la mencionada docente tiene horas cátedra desde el séptimo grado hasta el tercer curso, que solamente castellano del séptimo y octavo grado se está cubriendo con otros docentes y el resto se encuentra sin contenido. O sea que todavía no se enseñó este año.
Los alumnos reclaman educación de calidad y dicen que sin docente no puede haber enseñanza ni aprendizaje; exigen la inmediata renuncia para que se pueda nombrar a otro educador a fin de que puedan recuperar las clases perdidas.
La docente es una operadora política del Partido Colorado y tiene la protección del supervisor administrativo, Guzmán Paiva Aguayo, para que pueda venir hasta la ciudad de Abai en una oficina administrativa. Tarumá queda a 30 km de la zona urbana de Abaí.
Según datos, la maniobra hecha por la docente Liza Ofelia López Ramírez es común en el departamento de Caazapá, mediante el apoyo de políticos de la zona. Consiguen su nombramiento en una institución de la compañía, cumplen unos años y después se refugian en las oficinas de supervisiones. Pero para eso hay que tener apoyo político, señalaron los docentes.
Tratamos de hablar con el supervisor administrativo Paiva Aguayo llamándole en su teléfono celular con terminación 735, pero no atendió pese a la insistencia.
Igualmente, no pudimos hablar con la docente denunciada Liza Ofelia López Ramírez porque su teléfono estaba apagado.